PMA y ACNUR piden financiación ante la «urgente necesidad de apoyar a los refugiados sirios vulnerables»
MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
Las familias de refugiados sirios que viven en campamentos situados en Irak hacen frente a niveles alarmantes de inseguridad alimentaria, según han alertado el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que han reclamado financiación urgente para dar ayuda crítica a esta población.
Irak acoge a cerca de 260.000 refugiados sirios, la inmensa mayoría en la región semiautónoma del Kurdistán iraquí. Entre ellos hay más de 75.700 personas que viven en campamentos de refugiados, incluidos 72.000 que reciben alimentos y apoyo económico del PMA, mientras que ACNUR da servicios como apoyo legal, servicios de registro, respaldo financiero y apoyo a la educación.
El 86 por ciento de los refugiados que viven en campamentos están en situación de inseguridad alimentaria o son vulnerables a la inseguridad alimentaria a causa de la crisis económica, ahondada por la pandemia de coronavirus y la devaluación del dinar iraquí, que ha provocado un aumento de los precios reforzado por la crisis en Ucrania.
Asimismo, la dependencia de las familias de los flujos irregulares de ingresos y trabajo en la economía informal agravan aún más la situación, lo que ha llevado a algunas a comprar comida a crédito, reducir los gastos en necesidades básicas, vender activos o incluso obligar a sus hijos a trabajar o sacarlos de la escuela.
Por ello, estos organismos han reseñado que son necesarios 10,1 millones de dólares (cerca de 9,6 millones de euros) para mantener la asistencia alimentaria y económica mensual a 72.000 personas vulnerables y han agregado que se trata de algo «vital», dado que sin estos fondos miles de personas caerían en unos niveles de inseguridad alimentaria aún más graves.
«Estos son indicadores serios que subrayan la urgente necesidad de apoyar a los refugiados sirios vulnerables que se ven afectados negativamente por las dificultades económicas en Irak», han destacado los representantes del PMA y ACNUR en Irak, Ally Raza Qureshi y Jean-Nicolas Beuze, respectivamente.
En este sentido, han hecho hincapié en que ambos organismo «han apoyado a los refugiados sirios desde el inicio de la crisis y siguen haciéndolo, si bien el aumento de los precios de los alimentos y la reducción de su capacidad adquisitiva pone a estas personas en un mayor riesgo de inseguridad alimentaria».
«El PMA y ACNUR están agradecidos a todos los donantes por su continuado y firme apoyo a las familias más vulnerables en Irak y pide su ayuda para garantizar que en estos momentos difíciles, nadie pasa hambre», han remachado en su comunicado conjunto.