Dbeibé dice que el primer ministro nombrado por la Cámara de Representantes «intenta azuzar la sedición»
MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
El primer ministro de unidad de Libia, Abdul Hamid Dbeibé, ha acusado al primer ministro del gobierno paralelo, Fazi Bashaga, de intentar «infiltrarse» en la capital, Trípoli, durante la jornada del martes, tras los enfrentamientos que estallaron entre milicias ante su intento de asumir el poder ante la negativa del Gobierno de unidad de traspasar sus competencias.
Dbeibé, que a primera hora del martes realizó una visita a Trípoli para asegurar que la situación estaba bajo control, ha dicho que el grupo de Bashaga «ha cometido un suicidio político» y ha acusado al exministro del Interior de «intentar azuzar la sedición».
Asimismo, ha desvelado que dio autorización para que se abriera «un corredor seguro» para permitir que la milicia que daba apoyo a Bashaga en su intento de entrar en Trípoli pudiera salir de la zona para «detener el derramamiento de sangre», según ha informado el diario ‘The Libya Observer’.
«Garantizamos a las misiones diplomáticas, representantes de países y embajadas que la situación de seguridad es estable en la capital», ha recalcado, antes de dar las gracias a las fuerzas de seguridad y las milicias por actuar durante la jornada del martes para «evitar el caos».
En este sentido, el Gobierno de unidad ha cargado contra Bashaga y ha resaltado que ha dado orden a todas las unidades para que muestren «tolerancia cero» con los que amenacen la seguridad de los civiles, al tiempo que ha mostrado su compromiso con la celebración de elecciones en el país africano.
El Gobierno de unidad ha reclamado además a la comunidad internacional que condene las acciones del primer ministro nombrado por la Cámara de Representantes, con sede en el este del país, y que reseñe que los responsables de estos actos no será un actor válido en un proceso de diálogo.
Por su parte, Bashaga ha anunciado que establecerá en Sirte la sede de su Ejecutivo, que tomó posesión en marzo ante la Cámara de Representantes en medio de denuncias sobre presuntas irregularidades, tras su fracaso a la hora de entrar en Trípoli con apoyo de la Brigada Nauasi.
Por su parte, la enviada especial de Naciones Unidas para Libia, Stephanie Williams, ha recalcado la «necesidad fundamental de preservar la calma sobre el terreno y proteger a los civiles», al tiempo que ha hecho un llamamiento a la calma y ha abogado por «evitar acciones provocativas, incluida la retórica incendiaria, la participación en combates y la movilización de fuerzas».
«El conflicto no puede ser resuelto con violencia, sino con diálogo y mediación. Para ello, los buenos oficios de la ONU siguen disponibles para todas las partes que crean en ayudar a Libia para encontrar un camino verdadero y de consenso hacia la estabilidad y las elecciones», ha apuntado a través de su cuenta en la red social Twitter.
Durante la jornada del lunes, la Misión de Apoyo de Naciones Unidas en Libia (UNSMIL) había mostrado su preocupación por los combates registrados el domingo en Trípoli entre milicias enfrentadas y argumentó que «la actual movilización de fuerzas afiliadas con distintos grupos armados crea tensiones y aumenta el riesgo de enfrentamientos que pueden derivar en un conflicto armado».
«Estos indicentes subrayan de nuevo la urgente necesidad de abordar la proliferación y uso de armas al margen del control del Estado. La misión pide a todos los actores libios que mantengan la calma sobre el terreno en este momento clave para el país», dijo la UNSMIL en un comunicado en su página web.
En esta línea, pidió «a todas las partes» que ejerzan «máxima contención» y que «usen el diálogo para resolver los contenciosos». «La UNSMIL recuerda a todas las partes sus obligaciones a la hora de garantizar la protección de los civiles, la infraestructura civil y la calma», zanjó.
El país se encuentra dividido nuevamente en dos administraciones después de que la Cámara de Representantes diera por finalizado el mandato de Dbeibé por el aplazamiento de las presidenciales de diciembre y nombrara a Bashaga, un conflicto que se ha extendido al sector energético del país, absolutamente imprescindible para sostener la economía de una nación arruinada tras años de guerra civil.
El Gobierno de unidad ha rechazado la decisión de la Cámara de Representantes, que supone un varapalo para los esfuerzos para poner fin al conflicto, y ha mantenido que Dbeibé seguirá en el cargo para poner en marcha su nueva ‘hoja de ruta’, que contempla la celebración de legislativas en junio de 2022, precedidas por un referéndum constitucional que genere un marco legal para la celebración de los comicios.
Dbeibé fue elegido como primer ministro por el Foro de Diálogo Político Libio (LPDF) en febrero de 2021, con lo que sustituyó al hasta entonces primer ministro de unidad, Fayez Serraj, quien aceptó ceder sus competencias tras el proceso de consultas, iniciado después de un acuerdo de alto el fuego después de que las autoridades de Trípoli rechazaran la ofensiva militar lanzada en abril de 2019 por el general Jalifa Haftar, alineado con las autoridades asentadas en el este.