El agente de policía de Mineápolis, Thomas Lane, uno de los tres oficiales que participó en el fatídico arresto del ciudadano afroamericano George Floyd en mayo de 2020, se declaró culpable este miércoles de un cargo de homicidio involuntario.
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En concreto, Lane aceptó el delito estatal de cómplice de homicidio involuntario en segundo grado, según contó la fiscal general de Minesota, Keith Ellison. Como parte del acuerdo de culpabilidad se ha desestimado el de cómplice de asesinato en segundo grado.
Tanto la Fiscalía de Minesota como la defensa de Lane solicitaron de manera conjunta al tribunal una pena de tres años de cárcel. La sentencia definitiva será fijada el próximo 21 de septiembre, informó la cadena NBC.
“Me complace que Thomas Lane haya aceptado su papel en la muerte de Floyd. Reconocer que hizo algo mal es un paso importante para sanar las heridas de la familia Floyd, nuestra comunidad y la nación”, subrayó la fiscal Ellis.
Durante su comparecencia ante el tribunal en febrero, Lane aseguró que intentó ayudar a los servicios médicos después de que Floyd hubiera perdido el pulso.
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Comunicó también que la Fiscalía ya prepara el juicio de los otros dos policías implicados en aquella muerte, J. Alexander Kueng y Tou Thao, previsto para el 13 de junio, y en el que ambos deberán responder por cargos de asesinato no intencionado en segundo grado y de homicidio involuntario en segundo grado.
Con anterioridad, los tres ya fueron condenados en febrero por violar los derechos civiles de Floyd por no haberle facilitado atención médica después de que más de que en casi treinta ocasiones alertara de que no podía respirar.
Además, Kueng y Thao fueron también condenados por no intervenir y dejar que muriera de manera agónica bajo la rodilla y los golpes de Derek Chauvin, el principal responsable de aquella muerte que provocó meses de fuertes protestas que volvieron a levantar los viejos fantasmas del racismo en la Policía estadounidense.
En junio de 2021, Chauvin fue sentenciado a 22 años y medio de cárcel después de que doce integrantes de un jurado popular le encontraran culpable de asesinato involuntario en segundo grado, asesinato en tercer grado y homicidio en segundo grado. Luego en diciembre, fue declarado culpable de violar los derechos civiles de Floyd, por lo que se enfrenta a otros 25 años de prisión más.