MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
La ONG Consejo Noruego para los Refugiados (NRC, por sus siglas en inglés) ha alertado de que cerca de dos tercios de los desplazados internos de la ciudad de Sinyar, en el norte de Irak, no pueden regresar a sus hogares debido a los enfrentamientos y tensiones en la zona.
La ciudad ya fue escenario de una operación militar hace casi cinco años con el fin de expulsar a miembros de Estado Islámico, a consecuencia de la que más de 193.000 yezidíes, kurdos y árabes se vieron abocados a abandonar la ciudad.
Ahora, a principios de mayo, la situación se ha recrudecido con el estallido de nuevos enfrentamientos que ya ha forzado la huida de más de 10.200 personas, varias de ellas por segunda vez en menos de un lustro.
Previamente a este nuevo escenario, NRC encuestó a casi 1.500 desplazados para evaluar su situación personal y en torno al 64 por ciento de ellos denunció que sus hogares habían sufrido daños, mientras que el 32 por ciento expresó su preocupación por las condiciones de seguridad de Sinyar.
El 70 por ciento de los encuestados alertó sobre las condiciones de acceso a la vivienda, si bien es cierto que un «asombroso» 99 por ciento de los que solicitaron ayudas estatales para afrontar el coste de la vivienda o a los destrozos en las mismas no han recibido ningún tipo de compensación por los daños en sus propiedades, según detalla la ONG en un comunicado.
«Las familias de Sinyar continúan desplazadas y miles aún viven en campamentos», ha remarcado el director de NRC en Irak, James Munn, quien ha incidido en que es necesario implementar «soluciones duraderas para que las familias iraquíes puedan volver a vivir sus vidas y planificar un futuro más seguro».
«La gente de Sinyar quiere volver a sus hogares y reconstruir una vida después de años de tragedia, inseguridad y destrucción. Pero esto no puede suceder sin estabilidad política y social y un mejor acceso a la vivienda y los derechos de propiedad», ha añadido Munn.
Por tanto, NRC ha trasladado en varias ocasiones a las autoridades nacionales y regionales que se debe priorizar la rehabilitación de la infraestructura y la restauración de los servicios para permitir viviendas, tierras y propiedades seguras, junto con la infraestructura pública.
La organización también ha aprovechado para hacer un llamamiento a los donantes internacionales para que inviertan en fortalecer el acceso a la vivienda, la tierra y los derechos de propiedad para así ayudar a las familias a encontrar soluciones a largo plazo en Sinyar.