MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
El asesor de Seguridad Nacional estadounidense, Jake Sullivan, ha afirmado este miércoles que Washington se muestra confiado en que Finlandia y Suecia tengan un proceso de adhesión a la Alianza Atlántica «efectivo» y «eficiente» en el marco de los recelos por parte de Turquía.
La adhesión de un país a la OTAN depende de que todos los Estados miembro, 30 en la actualidad, den su visto bueno, por lo que la aprobación de Turquía es imprescindible para que Suecia y Finlandia completen un proceso que se ha acelerado por la ofensiva militar rusa sobre Ucrania.
«Espero que estas diferencias se resuelvan. Espero que la OTAN hable con una sola voz y apoye a Finlandia y Suecia al final del día», ha dicho Sullivan, mostrándose confiado en que las preocupaciones de Ankara puedan ser abordadas, tal y como ha recogido la agencia de noticias turca Anatolia.
Sullivan también ha señalado que ambas naciones mantienen negociaciones «directas» con Turquía para llegar a un acuerdo. Estas declaraciones se producen en el marco, además, de la reunión prevista entre el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y el ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, en Nueva York, según ha recogido el diario ‘Financial Times’.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se ha mostrado reacio esta semana a permitir de forma automática la entrada de Suecia y de Finlandia en la OTAN, advirtiendo de que no dará el visto bueno a «países que apoyan el terrorismo».
«La OTAN es una alianza de seguridad y Turquía no puede aceptar que esta seguridad esté en peligro», ha dicho Erdogan este miércoles, horas después de que Suecia y Finlandia formalizasen sus solicitudes de ingreso en la sede de la Alianza Atlántica en Bruselas.
El mandatario, que ha hablado durante una reunión de su partido, ha sugerido a suecos y finlandeses que ni «se molesten» en ir a Turquía y ha pedido al resto de socios de la OTAN que «entiendan» la «sensibilidad» turca, según medios locales.
Erdogan recrimina a Suecia que se niegue a extraditar a «terroristas», en alusión a personas vinculadas a la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). «No nos dan a los terroristas pero piden que les aceptemos en la OTAN», ha esgrimido en su discurso.
Además de las negativas de extradición, que también se extienden a supuestos aliados del clérigo Fetulá Gulen –acusado del fallido golpe de 2016–, Ankara afea a los dos países nórdicos los embargos armamentísticos impuestos tras la ofensiva militar turca en el norte de Siria.