RIO DE JANEIRO (AP) — Chile se considera un líder global en la lucha contra el cambio climático. Casi 22% de la electricidad del país es generada por parques solares y eólicos, lo que coloca a Chile por encima del promedio global, 10%, y el de Estados Unidos, 13%. Fue uno de los primeros países en declarar un objetivo para energía renovable, en el 2008.
Pero, aunque los parques solares se han extendido por el norte y el centro del largo y estrecho país, el gas natural importado, un combustible fósil contaminante, ha conseguido marginar la electricidad limpia que ellas proveen gracias a un acuerdo beneficioso conseguido con el gobierno. El gas natural es básicamente metano.
Marcelo Mena vio ese desperdicio de energía limpia antes de tomar las riendas del nuevo Global Methane Hub, una organización sin fines de lucro que trabaja para reducir las emisiones globales de metano. Mena es un exministro del ambiente de Chile.
“Ellos están de hecho obstaculizando la electricidad que podemos generar a partir de energía limpia”, dijo Mena acerca de su experiencia con el gas natural en una entrevista con la Associated Press. “Ha sido más bien una oposición al objetivo de 100% de energía renovable”.
Mena se sintió desilusionado al ver la energía renovable marginada por los combustibles fósiles en el norte del país.
“Al mismo tiempo, en el sur de Chile, hay una gran falta de gas natural para calefacción y la gente se está calentando con madera y se asfixian con ello. Es una gran contradicción”, dijo Mena. “Es mi trayecto personal”.
Chile provee una mirada a la manera como las compañías de combustibles fósiles consiguen mantener su dominación, incluso con gobiernos que tratan de promover la energía limpia.
El shock que llevó a una transición energética en Chile se remonta a mediados de los 2000, cuando Argentina redujo drásticamente las exportaciones de gas para concentrarse en su mercado nacional. Los chilenos enfrentaron racionamiento de electricidad y apagones regulares.
Tras pasar trabajos para encontrar una alternativa, el país vio una oportunidad.
Chile tiene uno de los volúmenes de luz solar mayores y más intensos del planeta, especialmente en el desierto de Atacama, en el norte. Así que fue natural que el país buscara inversiones en proyectos de energía solar y eólica a través de subastas públicas y cuotas que requerían que las compañías de electricidad ofreciesen un mínimo de energía renovable.
Los inversionistas respondieron. Constructores erigieron centenares de plantas solares, eólicas y geotérmicas en todo el país, que se extiende 4.300 kilómetros (2.700 millas) de norte a sur.
Pero los detalles dan una imagen más completa. Para proveer electricidad cuando el sol no brillaba, el gobierno invirtió también considerablemente en la infraestructura de energía fósil.
Los importadores de gas natural y los dueños de las plantas de electricidad alimentadas con gas argumentaron que necesitaban una garantía de que la red de electricidad de Chile adquiriría su electricidad incluso cuando los generadores verdes estuviesen produciendo suficiente.
La compañía generadora chilena Colbun, un consumidor grande de gas natural, dijo que los contratos internacionales en los que los importadores de gas natural licuado (GNL) deben pagar el gas lo necesiten o no, además de una carencia de almacenaje, dejan vulnerable el sector.
“Es importante que la normativa reconozca esta condición para que el mercado eléctrico disponga del gas natural suficiente para asegurar la seguridad y competitividad del sistema”, dijo la compañía en una respuesta por correo electrónico a la AP.
El gobierno les permitió declarar la electricidad de las importaciones de GNL como “gas forzado”, lo que significa que la electricidad generada por gas recibió prioridad en el mercado, que de otra forma favorece las fuentes renovables.
“Yo creo que cualquier situación en el mercado eléctrico que da `preferencia al combustible fósil, desplazando al renovable, es una pérdida para el medio ambiente y para la transición energética”, dijo Ana Lía Rojas, que dirige la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento.
Otra consecuencia de forzar en el mercado la electricidad generada por plantas de gas es que eso redujo los precios de electricidad para todos los proveedores, lo que significa que se les pagó menos, dijo Alfredo Solar, administrador de una planta de energía solar con más de 20 años de experiencia.
“Yo he trabajado en plantas solares que por ejemplo estuvieron en default porque el precio del mercado era mucho más bajo de lo proyectado”, dijo Solar, y añadió que los proveedores de energía renovable operan sin contratos y dependen de esos ingresos.
Las emisiones de la quema de gas, petróleo y carbón para la electricidad, el transporte y otros usos son la mayor causa del cambio climático. El año pasado, estudiosos calcularon que casi 60% de las reservas mundiales de petróleo y gas natural y 90% de las reservas de carbón tienen que seguir bajo tierra para el 2050 para que se puedan cumplir los objetivos fijados en el Acuerdo Climático de París.
El metano es un poderoso gas de invernadero que tiene un impacto en el ambiente mayor incluso que el dióxido de carbono, a corto plazo.
El metano atrapa el calor 84 veces más efectivamente que el dióxido de carbono en un período de 20 años, lo que hace de la reducción del metano una de las vías más rápidas para reducir el calentamiento global, dicen los expertos.
En noviembre, durante la Cumbre de la ONU sobre el Clima en Glasgow, Escocia, Estados Unidos, la Unión Europea y decenas de otros países prometieron reducir las emisiones generales de metano en el mundo por 30% para el 2030.
El año pasado, el gobierno chileno redujo la ventaja dada a los proveedores de gas natural. Su energía sigue ingresando a la red a un precio reducido, pero no se supone que desplace a los renovables. Pero el concepto de “gas forzado” sigue existiendo y los partidarios de la energía renovable en Chile dicen que los cambios no son suficientes.
En otros países, el almacenamiento de energía está ocupando rápidamente el lugar de nuevas plantas de gas porque pueden proveer electricidad a la red cuando cae el sol o no hay viento. En Estados Unidos, ese tipo de electricidad almacenada ha aumentado 1200% en cinco años. Una cantidad equivalente a lo que tres plantas nucleares pueden proveer fue instalada en el 2021. Es fue el doble del año previo.
Pero el almacenamiento en baterías a largo plazo es aún demasiado caro para ser empleado ampliamente en Chile., dijo Daniel Salazar, exdirector ejecutivo de la red eléctrica del norte de Chile y ahora con la consultoría EnergiE. “Chile tiene varios proyectos. Todavía son soluciones de costo elevados que no compiten con otras opciones”, dijo Salazar.
Incluso Rojas, de la asociación de energía renovable, respaldó el papel del gas natural. “El gas natural es efectivamente el combustible de la transición energética, la tecnología que nos va a permitir hacer los ajustes, siempre cuando sea gas flexible que nunca le toma espacio a los renovables”, dijo.
En muchos otros países, la idea de gas natural como el combustible que permite la transición de energía está desapareciendo. Eso se debe a que ese combustible es mejor para el clima que el carbón solamente si no hay fugas y si no es emitido deliberadamente de pozos e infraestructura en su ruta a la planta de electricidad. Pero estudios e imágenes de satélite demuestran que ambas cosas suceden.
Para el 2030, la energía solar deberá representar 30% de la capacidad instalado en Chile, de acuerdo con Generadoras de Chile. Eso la haría la mayor fuente de energía en el país.
El exministro Mena dijo que las compañías de energía establecidas solían decirle que una reducción gradual de los combustibles fósiles toma un largo tiempo. Hace cinco años, dijo, la gente le decía que el precio de la energía solar nunca podría desplomarse. Pero sucedió. “El mensaje que me llevo es que el cambio proviene de personas no razonables”, dispuestas a ir contra lo supuestamente imposible, dijo, señalando al creciente sector de energía limpia en Chile.
“Necesitamos que personas no razonables hagan ese cambio”.