MADRID, 19 May. (EDIZIONES)-
Kayla Mark, de 21 años, volvía a casa de su trabajo en un restaurante de Little Rock (Arkansas, EE.UU.) cuando descubrió que Loui, su cachorro Goldendoodle de cinco meses, se había pasado el día destrozando su cama y los zócalos.
El enorme desorden se apoderó por completo de la sala de estar de Kayla. «No pasa nada porque entiendo que es un cachorro y esto es lo que pasa. En realidad me sentí decepcionada porque es un perro que se comporta muy bien», aseguró Kayla.
La joven, que se quedó boquiabierta, no dudó en grabar el caos que había creado el pequeño perro. Al contrario que ella, el perro parecía estar emocionado de reencontrarse con su dueña.