Recrimina que no rinda cuentas al menos en el plano moral y tacha de «vergonzoso» para los demócratas su actitud en su vuelta a España
MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
El líder de IU y ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha criticado este viernes el «espectáculo» protagonizado por el rey emérito Juan Carlos I en su vuelta a España, que revela la «impunidad» de un «delincuente». En esta línea, ha condenado que carezca incluso de al menos la «decencia» de pedir perdón a su pueblo.
Es más, ha censurado que la actitud personal durante su regreso para visitar el club náutico de Sanxenxo (Pontevedra), tras residir cerca de dos años en Emiratos Árabes, representa la sensación «instalada» en toda la Casa Real de no rendir cuentas y sentirse «lo suficientemente libre de no tener que dar explicaciones», ni tener una actitud ética. De hecho, el ministro ha espetado que actúa con la «prepotencia» de cuando ostentaba la Jefatura del Estado.
«Es parte de un espectáculo que expresa mejor que ninguno un concepto que es la impunidad, la impunidad de quien ha malogrado todo lo bueno que pudo hacer en su momento, precisamente, sirviéndose de las instituciones del Estado para ser un delincuente, un delincuente acreditado», ha lanzado en declaraciones a ‘La Sexta’, recogidas por Europa Press.
Garzón ha cargado duramente con la actitud de Juan Carlos I, que bajo su criterio muestra una «falta de empatía» hacia su pueblo, tras vivir «a cuerpo de rey» en Abu Dabi cuando su país padecía dos crisis en la última década y tampoco siente, a su juicio, ningún tipo de responsabilidad por sus actos.
Por tanto, ha denunciado que a la «impunidad» judicial y política de la que ha gozado el emérito, ahora también se suma la moral ante una visita pública que el ministro ha tildado de «barbaridad» e «indecente».
Preguntado sobre el recibimiento a Juan Carlos I con vítores de «¡Viva el rey!» y «¡Viva España!», el líder de IU ha opinado que ese apoyo son expresiones «minoritarias» y está convencido de que la mayoría de este país, tanto en el arco conservador como progresista, censura el comportamiento del emérito, que huyó de España porque sospechaba que sus actos podían tener alguna «respuesta jurídica» y luego tuvo que acometer regularizaciones fiscales de sus finanzas, reconociendo haber «delinquido».
«Podría mostrar decencia pidiendo perdón como hizo cuando la cacería de elefantes», ha recriminado Garzón al emérito, rememorando las disculpas que trasladó cuando tuvo que ser operado de una fractura en la cadera durante un viaje a Botsuana.
Por otro lado, Garzón ha manifestado que todos los que tienen vocación de servicio público les parece «vergonzoso» el cariz de esta visita y, en consecuencia, ha llamado a debatir sobre la monarquía. Y es que ha recalcado que hay una tarea pendiente en materia de diseño de una institución, para evitar que el comportamiento y la impunidad del emérito vuelva a pasar.