BRUSELAS, 23 (EUROPA PRESS)
"El plan de contingencia, basado en la experiencia adquirida durante la Covid-19, crea un marco sólido para contar con un sector del transporte europeo resiliente y a prueba de crisis", ha afirmado la comisaria de Transportes, Adina Valean, tras advertir que ni la pandemia fue la primera crisis vivida por el sector ni el impacto de la invasión rusa de Ucrania será la última.
Por ello, los servicios comunitarios señalan diez prioridades que afianzar con urgencia en el plan de contingencia, empezando por adaptar la legislación comunitaria en materia de transporte a las situaciones de crisis de modo que sea posible modificar normas o completar procesos necesarios para asegurar la conectividad incluso en situaciones de emergencia.
Esta propuesta surge de la experiencia en pandemia por las dificultades de algunos operadores de completar durante los confinamientos inspecciones, pruebas u otros requisitos necesarios para rutas transfronterizas.
También destaca la importancia de seguir los principios establecidos con los llamados "corredores verdes" para garantizar que el transporte terrestre de mercancías pueda cruzar las fronteras en menos de quince minutos, así como reforzar el papel de la red de puntos de contacto de autoridades nacionales de transporte.
Otras iniciativas recogidas por Bruselas son garantizar un apoyo adecuado al sector del transporte; proteger la libre circulación de mercancías, servicios y personas; y gestionar los flujos de refugiados y repatriar a los pasajeros y trabajadores del transporte bloqueados.
El Ejecutivo comunitario plantea asimismo la necesidad de intercambiar información sobre el transporte, reforzar la coordinación de la política de transporte, reforzar la ciberseguridad y ensayar las medidas de contingencia en el ámbito del transporte.
En todo caso, el plan de contingencia para el transporte introduce principios rectores que garantizarán que las medidas de respuesta a las crisis sean proporcionadas, transparentes y no discriminatorias, en consonancia con los Tratados de la UE, y puedan garantizar que el mercado único siga funcionando como debe, según ha señalado la Comisión Europea.
