BAGDAD (AP) — Insurgentes del grupo extremista Estado Islámico mataron a 12 civiles e hirieron a al menos seis más en dos ataques separados en Irak, aprovechando, al parecer, una tormenta de arena que redujo notablemente la visibilidad en todo el país, dijeron funcionarios de seguridad el martes.
Los incidentes ocurrieron el lunes en la noche en las provincias de Kirkuk y Diyala, donde los agricultores fueron atacados mientras recogían sus cosechas.
Seis civiles perdieron la vida en un ataque en la aldea de Sami Asi, al sur de la ciudad de Kirkuk, indicó la Célula de Medios de Seguridad. Por su parte, la cadena kurda de noticias Rudaw reportó que tras los asesinatos los agentes federales que llegaron a la zona fueron emboscados y tres policías fallecieron.
Antes, EI lanzó un ataque sobre la localidad de Gulala, en Diyala, y asesinó a seis residentes, según dos funcionarios de seguridad iraquíes.
El grupo extremista suní se atribuyó la responsabilidad del incidente de Kirkuk el lunes en la noche, y afirmó que mató a cinco chiíes en sus campos en la zona de al-Rashad y plantó fuego a sus vehículos. Sus efectivos se enfrentaron con una unidad de refuerzo de la policía federal y destruyeron uno de sus autos.
EI controló grandes partes de Irak y Siria en 2014, donde declaró un califato islámico. El grupo fue derrotado territorialmente en 2017 tras años de guerra contra las fuerzas locales y una coalición internacional liderada por Estados Unidos. Pese a esto, sigue perpetrando ataques mediante células durmientes en ambas naciones.
