PARÍS (AP) — Las acusaciones de violación contra un recién nombrado ministro en Francia han galvanizado un movimiento dirigido a exponer la mala conducta sexual en la política francesa y alentar a las mujeres a denunciar a los abusadores.
Grupos de izquierda están usando las acusaciones para alentar la oposición al partido centrista del presidente Emmanuel Macron en los comicios legislativos del próximo mes. Pero políticos en todo el espectro han sido acusados de abusos sexuales en años recientes y el movimiento busca un ajuste de cuentas más amplio para penalizar a los abusadores.
Centenares de manifestantes se congregaron en París el martes para lamentar “un gobierno de vergüenza” y pedir la renuncia de Damien Abad, el nuevo ministro para bienestar social y discapacitados, que ha sido acusado de violar a dos mujeres. El ministro ha negado las acusaciones.
“Nombrar como ministro a un hombre acusado de violación es una ofensa a las mujeres”, dijo Anne-Claire Bux, vicealcaldesa de París y miembro del partido de los Verdes.
La manifestación fue organizada por un nuevo grupo feminista de izquierda llamado Observatorio de la Violencia Sexual y de Géneros en la Política, que se deriva de un movimiento en la internet conocido como #MeTooPolitique. Fiona Texeire, asistente política y cofundadora del observatorio, dijo que el mismo busca denunciar “la naturaleza sistémica” del asunto y forzar a los partidos políticos a actuar.
Los activistas dicen que Francia ha tomado demasiado tiempo para para lidiar con el sexismo y la mala conducta sexual en la política, los negocios y otras esferas. Muchos en Francia desestimaron el movimiento #MeToo como puritanismo estilo estadounidense. Durante mucho tiempo, las vidas privadas de los políticos franceses fueron mantenidas fuera de la vista pública.
Pero la violencia sexual y de género es un asunto cada vez más importante en Francia y el nombramiento de Abad añadió leña al fuego.