PARÍS (AP) — Para un futbolista que no se considera delantero, Mohamed Salah es la envidia de muchos de ellos con su récord goleador en el Liverpool.
“No juego como nueve, juego como extremo”, dijo Salah. “Es completamente diferente cuando juegas como extremo”.
Y sin embargo, el egipcio llega a la final de la Liga de Campeones el sábado con 31 goles en 50 partidos en esta temporada y como el mejor atacante en el fútbol inglés.
Una impresionante cifra de goles, pero eclipsada por el verdadero nueve al que recurrirá el Real Madrid para su ataque en el choque en el Stade de France. El botín de Karim Benzema se sitúa en 44 goles, logrados en solo 45 partidos del conjunto merengue.
Tal vez menos puede ser más.
El clímax de la temporada de clubes europeos bien podría estar determinado por quién llega menos fatigado tras un período de dos años de calendarios afectados por la pandemia de coronavirus con pocos descansos significativos.
Tal es la preocupación por la carga de trabajo de los jugadores que, mientras los clubes viajaban a París, integrantes del sindicato mundial de futbolistas se reunían en la capital francesa el jueves para discutir el agotamiento de las máximas estrellas del fútbol.
“Obviamente, es la época del año en que los jugadores están en realidad concentrados en ganar”, indicó el secretario general de la FIFPRO, Jonas Baer-Hoffmann. “Estoy seguro de que van a poner toda su energía para hacer un buen partido el sábado, pero con el tiempo lo van a pagar. Es realmente preocupante para nosotros en este momento, el riesgo de lesiones ahora, pero también a largo plazo”.
Benzema, que a sus 34 años es cinco años mayor que Salah, solo ha jugado 52 partidos desde agosto del año pasado con el Real Madrid y la selección de Francia.
Además de sus viajes a la Copa Africana de Naciones en enero, Salah y el delantero senegalés Sadio Mané están listos para jugar su 70mo partido de la temporada.
El Liverpool ha disputado todos los partidos posibles esta temporada y en cada uno de ellos se han jugado algo. La Liga Premier se definió hasta el final —con el Manchester City ganando el título por un punto el domingo— y el Liverpool alzó la Copa de la FA el fin de semana anterior y la Copa de la Liga en febrero.
El Madrid se dio el lujo de conquistar la Liga de España a falta de cuatro jornadas hace un mes. Las esperanzas del técnico Carlo Ancelotti de llevarse una copa nacional terminaron en una derrota en los cuartos de final en la Copa del Rey en febrero.
“No creo que vayamos a batallar. Hemos tenido una semana completa de preparación”, señaló el defensor del Liverpool Andy Robertson. “Ellos han tenido una preparación un poco más relajada. Terminaron la Liga... y han podido relajarse y no sostener tantos partidos al máximo ritmo. Queríamos pelear por todo y sabíamos lo que le haría a nuestros cuerpos”.
Jürgen Klopp sigue persiguiendo un triplete con el Liverpool. Públicamente, al menos, Ancelotti no habla sobre tratar de explotar el cansancio de los elementos del Liverpool.
“Puede que no se hayan entrenado a tope en los últimos días, pero eso no va a afectar al resultado del partido. Es el último partido de la temporada y lo van a dar todo”, comentó Ancelotti respecto al rival. “El Liverpool va a plantear un partido intenso y muy vertical. Al final, el partido está ahí. El que demuestre su calidad, ganará”.
Como el poder de recuperación del Madrid.
Los poseedores del récord de 13 títulos como campeón de Europa se enfrentaban a la eliminación en los octavos de final antes que dos de los 15 goles continentales de Benzema en esta temporada dieran la vuelta al partido contra el Paris Saint-Germain. Fue necesario un empate a 10 minutos del final contra Chelsea para permanecer en los cuartos de final antes de eliminar a los campeones defensores en la prórroga. El Madrid llegaba a la marca de los 90 minutos ante el Manchester City con el marcador global adverso en las semifinales hasta que Rodrygo volvió a ser el salvador con dos goles que coronaron otra increíble remontada.