KRAMATORSK, Ucrania (AP) — Al tiempo que Rusia afirma que ha logrado avances en su objetivo de apoderarse de toda la disputada región oriental de Ucrania, el presidente ruso Vladimir Putin intentó el sábado quebrantar la firmeza europea de castigar a su país con sanciones y mantener el envío de armas que han sostenido la defensa de Ucrania.
El Ministerio de Defensa de Rusia indicó que Lyman, la segunda ciudad pequeña en caer esta semana, fue “liberada completamente” por una fuerza conjunta de soldados rusos y separatistas apoyados por el Kremlin que libran una guerra desde hace ocho años en la región industrial del Donbás, fronteriza con territorio ruso.
El sistema de trenes de Ucrania ha transportado armas y desalojado a ciudadanos por Lyman, un crucial eje ferroviario en el este. El control del lugar dotaría a las fuerzas rusas de otro punto de apoyo en la región; tiene puentes para que efectivos y equipo crucen el río Siverskiy Donets, que a la fecha ha impedido el avance ruso en el Donbás.
Las autoridades ucranianas han enviado señales contradictorias sobre Lyman. El viernes, el gobernador de Donetsk, Pavlo Kyrylenko, dijo que los efectivos rusos controlaban la mayor parte de la ciudad e intentaban impulsar su ofensiva hacia Bakhmut, otra ciudad en la región.
El sábado, la viceministra de Defensa, Hanna Malyar, rechazó la aseveración de Moscú de que Lyman había caído y afirmó que la lucha continuaba en la ciudad.
En su mensaje del sábado por video, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy afirmó que la situación en el este del país era “muy complicada” y señaló que el “ejército ruso intentaba conseguir al menos algún resultado” concentrando esfuerzos en la zona.
El Kremlin informó que Putin conversó por teléfono el sábado durante 80 minutos con los gobernantes de Francia y Alemania en que censuró los continuos envíos de armas occidentales a Ucrania y responsabilizó a las sanciones de Occidente de la interrupción del suministro global de alimentos en medio del conflicto.