BRUSELAS (AP) — Los gobernantes de la Unión Europea no lograron el lunes alcanzar un acuerdo para imponerle un embargo petrolero a Rusia, y el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy les pidió dejar de lado sus diferencias y aprobar un paquete de sanciones largamente aplazado con el que se aplicaría mayor presión económica sobre Moscú para que detenga la guerra.
El bloque ya ha impuesto cinco rondas de sanciones a Rusia debido a la guerra. Ha penalizado a más de 1.000 personas, entre ellas al presidente ruso Vladimir Putin y a altos funcionarios de su gobierno, así como a oligarcas partidarios del Kremlin, bancos y el sector del carbón, entre otros.
Pero un sexto paquete de sanciones, anunciado el 4 de mayo, ha quedado en suspenso debido a las preocupaciones de que vayan a interrumpirse los suministros de petróleo. La UE recibe aproximadamente el 40% del gas natural que consume y el 25% de su petróleo de Rusia, y las divisiones están siendo un motivo de vergüenza para el bloque y han dejado al descubierto los límites de sus ambiciones.
Dirigiéndose a la reunión del lunes en un mensaje en video de 10 minutos, Zelenskyy les instó a poner fin a “discusiones internas que sólo impulsan a Rusia a poner más y más presión sobre toda Europa”.
Dijo que debe “llegarse a un acuerdo” sobre el paquete de sanciones, el cual “necesita ser eficaz, incluyendo (en la cuestión) petrolera”, para que Moscú “sienta el precio por lo que le está haciendo a Ucrania” y al resto de Europa. Sólo entonces, aseguró Zelenskyy, Rusia se verá obligada a “empezar a buscar la paz”.
No es la primera vez que le exige a la UE que se enfoque en el lucrativo sector energético ruso y prive a Moscú de los miles de millones de dólares que recibe a diario por el pago de suministros.
Pero Hungría está encabezando a un grupo de integrantes de la UE —junto con Eslovaquia, la República Checa y Bulgaria— que dependen enormemente del petróleo ruso y no pueden darse el lujo de no contar con él. Hungría recibe más del 60% de su crudo de Rusia y 85% del gas natural que consume.
El primer ministro húngaro Viktor Orban se mostró firme a su llegada a la cumbre de dos días en Bruselas de que no había un acuerdo en el horizonte, mientras que el premier checo Petr Fiala dejó entrever que una solución podría ser aplazar las sanciones contra Moscú.
“Estamos listos para deshacernos de nuestra dependencia de los recursos energéticos de Rusia... pero no podemos hacerlo a corto plazo”, subrayó Fiala.
Según varios diplomáticos, los gobernantes intentarán alcanzar un acuerdo para un embargo petrolero de la UE al petróleo ruso traído por mar para fin de año, el cual abarcaría más de dos terceras partes de las importaciones petroleras del bloque desde Rusia.
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Karel Janicek contribuyó a este despacho desde Praga.