MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
Es la conclusión de un estudio publicado en la revista de acceso abierto PLOS ONE por José Ramos-Muñoz de la Universidad de Cádiz y otros científicos.
La Cueva de Ardales, en Málaga, es famosa por contener más de 1000 pinturas y grabados realizados por personas prehistóricas, así como artefactos y restos humanos. Sin embargo, la naturaleza del uso humano de esta cueva no se ha entendido bien. En este estudio, los autores presentan los resultados de las primeras excavaciones en esta cueva, que arrojan luz sobre la historia de la cultura humana en la Península Ibérica.
NO VIVÍAN ALLÍ
Una combinación de datación radiométrica y análisis de restos y artefactos dentro de la cueva proporciona evidencia de que los primeros ocupantes del sitio probablemente fueron neandertales hace más de 65.000 años. Los humanos modernos llegaron más tarde, hace unos 35.000 años, y utilizaron la cueva esporádicamente hasta principios de la Edad del Cobre. El arte rupestre más antiguo de la cueva consiste en signos abstractos como puntos, puntas de los dedos y plantillas hechas a mano creadas con pigmento rojo, mientras que las obras de arte posteriores representan pinturas figurativas como animales. Los restos humanos indican el uso de la cueva como lugar de entierro en el Holoceno, pero la evidencia de actividades domésticas es extremadamente pobre, lo que sugiere que los humanos no vivían en la cueva.
Estos resultados confirman la importancia de la Cueva de Ardales como yacimiento de alto valor simbólico. Este yacimiento proporciona una increíble historia de la actividad humana en España, y junto a yacimientos similares --existen más de 30 cuevas en la región con pinturas similares-- convierte a la Península Ibérica en una localidad clave para investigar la profunda historia de la cultura europea.
Los autores añaden: "Nuestra investigación presenta una serie bien estratificada de más de 50 dataciones radiométricas en la Cueva de Ardales que confirman la antigüedad del arte paleolítico de hace más de 58.000 años. También confirma que la cueva fue un lugar de actividades especiales vinculadas al arte, ya que se descubrieron numerosos fragmentos de ocre en los niveles del Paleolítico Medio".