LIMA (AP) — Un juez de la Corte Suprema de Perú anunció el viernes que analiza un voto que confirmaría una orden de primera instancia de 2021 para que una mujer que padece una enfermedad incurable se quite la vida cuando lo desee. Ana Estrada, una psicóloga de 45 años, ha luchado desde hace seis años por lograr ese derecho.
Esta sería la primera vez que la Corte otorgue a un peruano el derecho a acabar con su vida. Al momento tres jueces supremos están a favor y dos en contra, por lo que el voto del juez Augusto Ruidíaz decidirá el caso. En una audiencia virtual, Ruidíaz dijo que anunciará su fallo “dentro del plazo de ley”, por lo que no queda claro la fecha exacta en que ocurriría. Si se lograra la autorización, ésta no abrirá la posibilidad de más eutanasias, sino que solamente se aplicaría a Estrada.
La psicóloga peruana participó en la sesión desde su cama clínica dentro de su pequeño dormitorio, al que ella califica de una especie de “unidad de cuidados intensivos”. Explicó que valoraba la vida y no estaba pidiendo morir, sino tomar el control de su voluntad, de su autonomía y de sus decisiones. Añadió que su proceso de deterioro no se puede cambiar, pero sí el “epílogo” de su vida si le dejan decidir.
“Quiero la facultad de acceder al procedimiento de eutanasia cuando ya no pueda seguir sufriendo en vida y quiera despedirme de mis seres queridos en tranquilidad y en paz”, indicó.
Estrada relató al juez que todos los días, desde hace varios años, está asistida por una enfermera y “postrada en una cama, conectada a un ventilador" para respirar a través de un orificio en su tráquea en un procedimiento cada vez más "difícil y agotador". La mujer le agradeció al juez que le permitiera participar en la audiencia y añadió que espera "con todo respeto que sea la última, lo que significaría que he conquistado mi derecho a decidir sobre mi vida”.
Estrada sufre desde hace más de 30 años una enfermedad incurable llamada polimiositis, que ha paralizado casi todos sus músculos. Pese a ello estudió y ejerció su profesión hasta que hace cinco años el deterioro la obligó a estar en cama al comprometer sus músculos respiratorios. En su departamento ubicado en un barrio de clase media de Lima, Estrada escribe un blog titulado “Ana por una muerte digna” donde cuenta las razones que la han llevado a tomar esa decisión.
En 2019 escribió “la muerte digna en el Perú es ilegal, vivo en un Estado que me quita la libertad, y una vida sin libertad no es vida porque mi cuerpo le pertenece a este Estado”. En 2020, apoyada por la Defensoría del Pueblo, presentó una acción de amparo para morir con dignidad cuando lo desee. La justicia también ordenó en su sentencia de primera instancia que las autoridades médicas deben elaborar un protocolo de procedimiento para la eutanasia de Estrada.
La eutanasia en Perú no está permitida y se castiga con hasta tres años de cárcel a quien ayude a morir a otro que lo solicite.