BELLINZONA, Suiza (AP) — Rebosante de confianza y con una sonrisa radiante cuando ingresó el miércoles a la corte, el ex presidente de la FIFA Joseph Blatter acabó quejándose de dolores en el pecho y no pudo testificar en el primer día de un juicio en su contra por corrupción.
El que fuera uno de los hombres más poderosos del fútbol mundial, Blatter ahora afronta cargos de haber defraudado a la FIFA ante un tribunal en Suiza. Fue enjuiciado junto a Michel Platini, el ex astro francés que llegó a ser considerado como el sucesor de Blatter al frente del ente rector.
Platini también acudió a la corte, sentándose con un intérprete detrás de Blatter.
Se anticipaba que Blatter, de 86 años, iba a declarar el miércoles pero al ser llamado al estrado cuando faltaba una hora para completar la jornada — luego de varias mociones de la defensa que fueron rechazadas — pidió que se le permitiera responder el jueves por la mañana, día en el que Platini también será interrogado.
“No me siento bien. Tengo estos problemas que van y vienen", dijo Blatter, sentado junto a su abogado y casi que susurrando. “No puedo respirar bien. No me siento capaz ahora mismo de responder a un interrogatorio”.
Blatter se había retirado de la corte a primera hora para un descanso — otra cortesía que recibió por su edad. Caminó lentamente y apoyándose en el hombro de su hija, Corinne Blatter Andenmatten.
“Espero sentirme mejor mañana", dijo Blatter.
Se prevé que el juicio tome 11 días y con sesiones que no excederán del mediodía debido a la edad de Blatter. Estuvo en coma hace 18 meses tras someterse a un cirugía en el corazón.
El ex presidente de la FIFA se apersonó a la Corte Federal en Bellinzona de muy buen ánimo y se expresó confiado cuando se la preguntó sobre lo que esperaba en el juicio.
“Absolutamente, absolutamente, absolutamente”, dijo Blatter. “Me siento optimista, como siempre. Con una sonrisa brillante. Es el primer día de un juicio que durará casi dos semanas. Si no me siento confiado en el primer día eso sería malo. Estoy muy confiado”.
Blatter llevaba 17 años como presidente de la FIFA cuando renunció en junio de 2015 debido a un escándalo de corrupción. Unos cuantos meses después, fiscales federales suizos revelaron una investigación sobre el pago de 2 millones de dólares de la FIFA a Platini cuatro años antes.
Tanto Blatter como Platini niegan haber cometido un delito y aseguran que alcanzaron un acuerdo de palabra en 1998 por el dinero. Esa defensa no prosperó ante los jueces del comité de ética de la FIFA, que les vetó del deporte, y luego al apelar ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo.
“¿Tengo al fútbol de mi parte? Yo soy el fútbol. Llevo 45 años como servidor de la FIFA, del fútbol internacional. Mi vida fue el fútbol, mi vida profesional", dijo Blatter antes de ingresar a la corte. “Ahora tengo que defenderme un poco, pero me defenderé bien, con un abogado nada más, porque tengo la conciencia limpia”.
El escándalo también desbarató la campaña de Platini para reemplazar a su previo mentor en la FIFA y propició que fuera removido como presidente de la UEFA, el ente rector del fútbol europeo.
Dominic Nellen, abogado de Platini, intentó que el juicio fuera trasladado a a un tribunal local, pero su solicitud fue rechazada.
“Finalmente, este caso se está juzgando pero en el estadio equivocado", dijo Nellen ante la corte.
Se prevé que los dos presentarán sus últimos alegatos el 22 de junio, cuando el juicio deberá culminar.
Los tres jueces federales a cargo del caso deben presentar su veredicto el 8 de julio. Blatter y Platini afrontan penas de cinco años de prisión cada uno, pero es probable que reciban sentencias suspendidas.