VALLADOLID, 10 (EUROPA PRESS)
La novelista, guionista, actriz y directora argentina Valeria Alonso (Buenos Aires, 1979) aborda la maternidad desde una reflexión en la que construye todo un universo desde lo anecdótico y en el que los miedos instintivos interpelan al lector a un ejercicio de empatía mientras se cercenan sin miramientos tabúes asociados a esta experiencia vital.
Así se plantea 'Las heroínas también tienen miedo' (Menoscuarto, 2022), novela con la que Alonso se impuso en el 69 Premio de Novela Ateneo-Ciudad de Valladolid, que recoge este viernes de manos del alcalde, Óscar Puente, y del presidente del Ateneo, Celso Almuiña.
Como la propia autora ha reconocido en una rueda de prensa previa al acto de entrega del galardón, la novela aborda la maternidad "como una manera de describir ese mundo en el que vive la madre y al que va a traer a su hijo", para lo que se adentra en "aspectos del existir" y reflexiona sobre el tipo de progenitora que la protagonista desea ser.
En 'Las heroínas también tienen miedo', la protagonista toma la decisión, al conocer su embarazo, de no incurrir en los mismos errores que cometieron sus padres, propósito que le resultará prácticamente imposible, ante lo que emprende un plan para solucionar los asuntos de su vida aún por resolver, como la relación con su madre, con el dinero, con sus ex, con su profesión, con el compromiso, con la enfermedad, con la mentira e incluso con la libertad.
En este camino habrá de confrontar sus miedos, no miedos concretos sino "un miedo instintivo" que brota de lo más profundo, así como sus deseos y sus contradicciones.
LA INFLUENCIA DEL CONFINAMIENTO
Lo que comenzó siendo una sucesión de fragmentos en los que Valeria Alonso rememoró las emociones emanadas de su propia experiencia, cambió cuando el confinamiento por la pandemia la invitó a novelarlo y atravesar ese miedo vivido para construir un relato que reflejara también esas "sorpresas hermosas" asociadas a la experiencia de ser madre y que le llevan a afirmar que se trata de un miedo "que vale la pena" experimentar.
A partir de ahí, se embarcó en un proceso de escritura "casi humorístico", como si se tratara de una suerte de "comedia terapéutica" en el que combate los tabúes asociados a la maternidad con un estilo que huye de almíbares y que incluso en ocasiones le parecía "demasiado punki".
Así, el sexo que da origen a todo, los cambios que experimenta el cuerpo femenino durante la gestación, la relación en la pareja, el ejemplo de las madres pretéritas o la búsqueda del propio camino como madre sazonan este relato que ganó el Premio Ateneo-Ciudad de Valladolid por unanimidad y por el que uno de los miembros del jurado, el escritor Manuel Vilas, ha llegado a calificar a Alonso como "la Rigoberta Bandini de la literatura".
También formaron parte de este jurado el escritor Gustavo Martín Garzo, quien subraya que se trata de un libro "hondo, divertido y lleno de encanto", y la escritora Care Santos, quien subraya que "nadie ha hablado así de la maternidad".
Sin embargo, la periodista Angélica Tanarro --miembro también del jurado y presente en la rueda de prensa junto a Valeria Alonso--, ha subrayado que por encima de toda descripción de la maternidad se trata de "una novela" con una calidad digna de ser premiada, la cual se impuso a otras 265 candidatas, alguna de ellas "también premiable", entre otras cosas por su carácter "arriesgado" y "trasgresor".
SORPRESA POR LA VICTORIA
Tanarro ha invitado a que los hombres lean esta novela mientras que la propia autora ha reconocido que inicialmente le sorprendió la victoria al saber que tres de los cinco miembros del jurado eran hombres --los citados Vilas y Martín Garzo, además de José Ángel Zapatero, editor de Menoscuarto--, un triunfo inesperado que le permitió abordar el trabajo de revisión para su publicación editorial desde una nueva perspectiva.
"No pensé escribir algo que fuera diferente", reconoce Alonso, que aclara que su intención era "ser honesta" con su experiencia durante sus embarazos, en los que observaba cosas que le pasaban y que las parejas que tenía a su alrededor durante los cursos de preparación al parto "no se detenían a mirar".
"Eso me parecía interesante. Tomé una decisión que me empezó a divertir mucho, que era coger lo que me pasaba y potenciarlo a la mil, como hace Woody Allen. Eso me empezó a guiar en la narrativa, conduciendo a un lenguaje, un estilo donde la novela empezó a adquirir fuerza. Esa exageración le dio un toque original", ha explicado.
Alonso, quien a los 17 años ya escribió su primera obra de teatro, reconoce que para esta novela ha reciclado algunos textos que tenía guardados en el cajón. "Todo aquello que escribo y que no sé qué es, me sirve para otra cosa", reconoce.
Actualmente, la escritora y directora argentina afincada en Madrid prepara un piloto para llevar a la pantalla 'Las heroínas también tienen miedo', mientras se encuentra ya inmersa en la escritura de una nueva novela, un proceso que, según admite, "está siendo apasionante".