MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
Por segunda vez desde el inicio de la invasión de Ucrania un complejo industrial de gran magnitud se ha convertido en uno de los últimos bastiones defensivos de las fuerzas ucranianas que defienden una localidad, como ya ocurriera previamente en la planta metalúrgica de Azovstal, en Mariúpol, ahora bajo control de Rusia tras un cruento asedio.
Según el embajador, "se ha establecido contacto con los combatientes y han empezado las negociaciones para la salida segura de los civiles del territorio de la planta", ha hecho saber en su canal de Telegram.
"A las formaciones ucranianas se les garantizará la vida y el trato adecuado, de acuerdo con los requisitos internacionales si liberan a los rehenes, detienen su resistencia y se rinden de manera incondicional", ha añadido en su nota, recogida por la agencia TASS.
Las milicias de Lugansk confirmaron hace ya más de diez días el inicio del "asalto" a Severodonetsk en colaboración con el Ejército ruso.
La localidad es el último bastión que Ucrania todavía controla enla autoproclamada república. Si la ofensiva continúa y la ciudad es ocupada completamente por las tropas rusas, Moscú habría conseguido uno de sus principales objetivos de la invasión.