El presidente de la Brookings Institution renunció el domingo en medio de una investigación federal sobre si cabildeó en forma ilegal a favor de Qatar, una rica nación del golfo Pérsico.
El general retirado John Allen escribió en una carta dirigida al grupo de estudios que dejaba el puesto con un “corazón abatido”, aunque no dio una explicación directa.
“Sé que es lo mejor para todos los interesados en este momento”, dijo Allen en su carta.
Allen, general retirado de cuatro estrellas de la infantería de marina y que encabezó a las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN en Afganistán, hizo su anuncio menos de una semana después de que The Associated Press fuera el primer medio en informar sobre la presentación de nuevos documentos ante una corte que mostraban que el FBI había decomisado datos electrónicos de Allen como parte de la pesquisa sobre las actividades de cabildeo.
Allen no ha sido acusado de delito alguno y mediante un portavoz ha negado haber cometido irregularidad alguna.
Brookings, que había colocado a Allen bajo licencia un día después de la publicación del contenido inicial de la AP, emitió un comunicado en el que agradeció a Allen por haber dirigido al grupo de estudios durante la pandemia de coronavirus y por sus diversas contribuciones. La institución dijo que informaría sobre la búsqueda de un nuevo presidente.
Los nuevos documentos presentados ante la corte detallan las acciones tras bambalinas de Allen para ayudar a Qatar a influir en la política estadounidense en junio de 2017, cuando estalló una crisis diplomática entre la monarquía de ese país y sus vecinos.
Un agente del FBI dijo en una declaración jurada en apoyo a una orden de cateo que había “evidencias sustanciales” de que Allen había infringido a sabiendas una ley sobre cabildeo a favor de extranjeros, y que había hecho declaraciones falsas y retuvo “documentos incriminadores”.
La presunta labor de cabildeo de Allen implicó que viajara a Qatar y se reuniera con altos funcionarios del país para asesorarlos sobre cómo influir en la política estadounidense, así como promover los puntos de vista de ese país entre las máximas autoridades de la Casa Blanca y miembros del Congreso, se afirma en la declaración jurada del FBI.
La investigación federal sobre Allen ya ha involucrado a Richard G. Olson, exembajador ante Emiratos Árabes Unidos y Pakistán, quien se declaró culpable este mes de cargos federales, y a Imaad Zuberi, un importante donador político que purga una sentencia de 12 años por cargos de corrupción. También se ha entrevistado a varios miembros del Congreso.
Brookings, uno de los grupos de estudios más prestigiosos en Estados Unidos, había contratado inicialmente a Allen como alto miembro antes de nombrarlo presidente a finales de 2017 con un sueldo de más de un millón de dólares al año, según registros fiscales recientes.
“La integridad y objetividad de las becas Brookings constituyen el principal activo de la institución, y Brookings busca preservar sus altas normas éticas en todas sus actividades”, dijo el domingo el grupo de estudios en su comunicado.
Qatar ha sido durante mucho tiempo una importante fuente de apoyo financiero para Brookings, aunque Allen había decidido en 2019 dejar de aceptar nuevos donativos de este país.
Las autoridades de Qatar no han respondido a solicitudes de comentarios sobre la investigación a Allen.
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Suderman informó desde Richmond, Virginia, y Mustian desde Nueva Orleans.