MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
"Tras los eventos de las últimas semanas en Turquía y después de una serie de intentos de ataques terroristas iraníes contra israelíes de vacaciones en Estambul, hacemos un llamamiento a los israelíes para que no vuelen a Estambul y, a menos que haya una necesidad esencial, no vuelen a Turquía en absoluto", ha advertido.
Asimismo, ha indicado que aquellos ciudadanos que estén en Estambul regresen a Israel "lo antes posible", según un comunicado del Ministerio de Exteriores. Estas palabras las ha pronunciado en referencia a la muerte del coronel Sayad Jodai hace un mes tras ser acribillado a tiros por dos hombres en una motocicleta cuando entraba en su vivienda en Mohahedin e Eslam.
Lapid ha advertido, nuevamente, de que los agentes iraníes buscan asesinar o secuestrar a ciudadanos israelíes, calificándolo de "una amenaza real e inmediata", al tiempo que ha señalado que "quien dañe a los israelíes, pagará". "Los encontraremos, sin importar dónde estén", ha subrayado.
"Esperamos y creemos que esta advertencia no será a largo plazo. Es temporada turística y haremos todo lo posible para lograr una seguridad que permita a los israelíes regresar a Turquía", ha agregado el Ministerio de Exteriores en un comunicado, puntualizando, no obstante, que agradecen al Gobierno turco la protección de los turistas.
La información, que trascendió hace un mes, identificó al coronel Jodai como un "defensor del santuario", es decir, un integrante de la Fuerza Quds --un rama de la Guardia Revolucionaria especializada en operaciones en el extranjero-- que combate contra la organización yihadista Estado Islámico en Siria e Irak.
La Guardia Revolucionaria denunció que Jodai había sido "objetivo de un crimen terrorista contra la revolución y elementos afiliados a la arrogancia global". El estamento militar empleó este argumento en denuncia por la muerte en enero de 2020 del general Qasem Soleimani, uno de los principales arquitectos de la política militar exterior del país, en un bombardeo estadounidense en Irak.
Ese mismo domingo, la Guardia Revolucionaria iraní había anunciado la desarticulación de una "red de delincuentes" relacionados con el servicio de Inteligencia de Israel. Según la parte iraní, la red estaba "robando y destruyendo bienes personales y públicos, así como secuestrando y obteniendo confesiones a través de matones".
El Consejo de Seguridad Nacional de Israel ya apuntó en mayo a la existencia de peligro para ciudadanos israelíes en Turquía y otros países fronterizos con Irán y pidió máxima cautela, especialmente "debido a que Irán culpó a Israel" del asesinato del coronel y amenazó con vengarse.
