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Una mujer, de nombre Martina Patti, fue detenida en Sicilia, Italia, tras admitir que había matado a su hija, luego de asegurar que tres hombres encapuchados se habían llevado a su hija cuando fue por ella a la guardería.
El cuerpo de Elena del Pozzo, de cuatro años de edad, fue encontrado en un campo cercano a la casa de la presunta asesina en Mascalucía, un pueblo de la provincia de Catania.
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El primer testimonio de la madre de Elena, incluyó una descripción de los hechos, resaltando que uno de ellos tenía una pistola, abrieron la puerta de su hogar y se llevaron.
Las autoridades italianas apuntaron que el presunto crimen organizado –sugerido por el testimonio de la madre– se descartó al observar las heridas del cuerpo de la menor, quien fue asesinada con un cuchillo de cocina –el cual aún no encuentran–, aunque siguen las investigaciones en curso.
Elementos de la policía local aseguraron que no creían que la familia fuera lo suficientemente rica como para ser objeto de extorsión, por lo que al insistir con preguntas a Patti, terminó por confesar el asesinato de la niña y condujo a los elementos de seguridad al lugar donde había enterrado el cuerpo de su hija, en las faldas del Monte Etna.
La mujer explicó a la abogada que lleva el caso que “no recuerdo lo que pasó por mi mente cuando apuñalé a mi hija”. Según los informes, Patti llevaba un tiempo separada del padre de Elena y él ya tenía una nueva pareja sentimental.
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Rai News informó que la mujer pudo haber tenido el impulso de matar a su hija por sentir celos de la buena relación que sostenía con la nueva novia de su expareja, ya que no podía tolerar que “demuestre afecto hacia mi hija”.
Elementos de justicia de Italia están investigando a fondo el caso y Martina Patti se encuentra arrestada bajo sospecha de los delitos de asesinato en primer grado y ocultación de un cadáver.
