Creado en 1872, cuando Estados Unidos se recuperaba de la Guerra Civil, Yellowstone fue el primero de los parques nacionales que llegó a denominarse la mejor idea del país. Ahora, el hogar de los géiseres que brotan, de las cascadas estruendosas y de la fauna más abundante y diversa del país se enfrenta a su mayor reto en décadas.
Esta semana, las inundaciones destruyeron numerosos puentes, arrasaron con kilómetros de carreteras y causaron el cierre del parque cuando se acerca la temporada alta de turismo durante la celebración de su 150mo aniversario. Las comunidades cercanas quedaron anegadas y cientos de casas se inundaron con la crecida del río Yellowstone y sus afluentes.
Las autoridades de Yellowstone aún calculan los daños, pero basándose en otras catástrofes de parques nacionales creen que podría tomar años y costar más de 1.000 millones de dólares reconstruir un paisaje ambientalmente delicado cuya temporada de construcción sólo va desde el deshielo de primavera hasta la primera nevada.
Según lo que han revelado los funcionarios del parque y las imágenes y el vídeo de The Associated Press tomados desde un helicóptero, los mayores daños parecían producirse en las carreteras, sobre todo en la que conecta la entrada norte del parque en Gardiner, Montana, con las oficinas del parque en Mammoth Hot Springs. Grandes secciones de la carretera fueron socavadas y arrastradas por el desbordamiento del río Gardner. Es posible que cientos de puentes peatonales de los senderos hayan sido dañados o destruidos.
“No va a ser una reconstrucción fácil”, comentó el superintendente Cam Sholly entre semana al mostrar las fotos de los enormes huecos de la carretera en el empinado cañón. “No creo que sea inteligente invertir potencialmente decenas de millones de dólares o la cantidad que sea en reparar una carretera que puede estar sujeta a ver un evento de inundación similar posteriormente”.
Las inundaciones ya han causado grandes daños en otros parques y son una amenaza para prácticamente todos los más de 400 parques nacionales, según un informe de la Organización Climática de las Montañas Rocosas de 2009.