MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
Mide tres millones de kilómetros cuadrados, es el resultado del aumento de las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero y propicia las olas de calor extremas en el Pacífico nororiental.
En un estudio recién publicado en la revista Communications Earth and Environment, el Dr. Armineh Barkhordarian confirma que esta región de calentamiento sistemático no es el resultado de variaciones climáticas naturales, sino de influencias humanas.
"Esta piscina de calentamiento seguirá aumentando la temperatura del agua en el futuro, aumentando tanto la frecuencia como la intensidad de las olas de calor marinas locales. El fuerte aumento de la temperatura media del agua está llevando a los ecosistemas al límite", explica en un comunicado Barkhordarian, experto en ciencias atmosféricas y miembro del Clúster de Excelencia "Clima, Cambio Climático y Sociedad" de la Universidad de Hamburgo (CLICCS).
Barkhordarian y su equipo muestran cómo la piscina de calentamiento a largo plazo ha promovido olas de calor marinas locales en el pasado. Uno de estos fenómenos ganó notoriedad como la mortal "mancha del océano Pacífico", que tuvo consecuencias devastadoras entre 2014 y 2015: la productividad marina decayó, se formaron floraciones de algas tóxicas y las aves y los mamíferos marinos murieron en masa. Además, el evento provocó severas sequías en la costa oeste de los EE.UU.
La ola de calor marina más reciente continuó durante tres años, de 2019 a 2021, produciendo temperaturas del agua de hasta seis grados centígrados por encima del promedio. El equipo de Barkhordarian ahora ha demostrado que el aumento de las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero fue directamente responsable del evento extremo. La probabilidad de que surja tal ola de calor sin influencias humanas es inferior al uno por ciento; existe una probabilidad del 99 por ciento de que también se requiera un aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Además, el estudio muestra que la temperatura del agua sobre la piscina de calentamiento en el Pacífico nororiental aumentó en un promedio de 0,05 grados centígrados por año durante los últimos 25 años. En general, la región se enfrió menos en invierno y el verano fue 37 días más largo en promedio. Como resultado, en los últimos 20 años ha habido 31 olas de calor marinas solo en esta región, en comparación con solo nueve entre 1982 y 1999.
"Las olas de calor marinas más frecuentes y extremas son una carga grave para los ecosistemas afectados. Esto no solo representa una tremenda amenaza para la biodiversidad, sino que también puede empujar a estos ecosistemas marinos más allá de un punto de inflexión, después del cual ya no pueden recuperarse", dice Barkhordarian. "El descubrimiento de la piscina de calentamiento a largo plazo ahora nos proporcionará información crucial sobre la probabilidad de eventos extremos en el futuro".