SANTIAGO (AP) — El presidente Gabriel Boric afirmó el martes que el Estado chileno está en deuda con los pueblos indígenas, que no bastan los reconocimientos simbólicos y que son necesarios gestos sustantivos para reconocer que hay otras culturas.
En un saludo grabado en video y difundido en su cuenta de Instagram, el mandatario saludó a los pueblos originarios en el marco del Día Nacional de los Pueblos Indígenas, a los que deseó “un año ubérrimo (muy abundante y fértil) y de encuentro”.
“Como presidente de Chile les digo que estoy consciente de que estamos en deuda y que no basta sólo con los reconocimientos simbólicos, que son importantes, el poder reconocer que hay otras culturas, que hay otras formas de aproximarse a la verdad, que hay conocimientos ancestrales de los cuales vale la pena escuchar y aprender, pero que también desde el Estado es necesario tener gestos sustantivos”, dijo en parte de su saludo.
La fecha, que por segunda vez se conmemora en Chile con un feriado, encuentra al gobierno empeñado en una política de devolución de tierras para la cual duplicó el presupuesto para la compra y devolución de terrenos a comunidades indígenas.
Chile tiene una decena de pueblos originarios, siendo por lejos el más numérico el mapuche, que resistió por tres siglos la conquista y dominación española. Pero en el siglo XIX el Estado chileno, con la fuerza de las armas, lo despojó de sus tierras y lo arrinconó en el centro sur del país. Actualmente los indígenas representan el 12,8% de los 19 millones de chilenos.
Boric prometió en su programa de gobierno que no usaría el estado de emergencia en las regiones de La Araucanía y del Biobío, unos 600 kilómetros al sur de la capital chilena, impuesto por su antecesor Sebastián Piñera (2018-2022) para controlar la violencia en una zona con mucha población indígena donde se mezclan las demandas territoriales, millonarios robos de madera y narcotráfico y atentados incendiarios, según las autoridades.
Sin embargo, transcurridos menos de dos meses del inicio de su mandato, el 17 de mayo Boric volvió a enviar a los militares a ambas regiones debido al fuerte incremento de la violencia, aunque limitó su acción al resguardo de las carreteras principales.
Boric concluyó su saludo afirmando que “estamos disponibles para dialogar en torno a esta nueva forma de encontrarse, esta nueva forma de entendernos en un país donde habitan muchos pueblos”.