MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
Las conclusiones del estudio se consideran cruciales porque, a medida que la Amazonia se acerca a un "punto de inflexión", proporcionan una sólida base de pruebas para informar sobre las prioridades de conservación y regeneración que se necesitan urgentemente en la selva. Muestran que es posible obtener beneficios mediante una serie de acciones, entre las que se incluye la detención de la deforestación.
La investigación fue realizada por un equipo internacional de científicos de Brasil y el Reino Unido. Examinaron los impactos ecológicos causados por los cambios que las personas están realizando en los paisajes forestales de dos regiones del estado brasileño de Pará: Santarém y Paragominas.
"Aunque hasta ahora nos hemos centrado en la deforestación, sabemos que los paisajes de los bosques tropicales se ven alterados por un abanico mucho más amplio de actividades humanas", afirma el investigador principal, el doctor Cássio Alencar Nunes, de la Universidad Federal de Lavras (Brasil) y la Universidad de Lancaster (Reino Unido).
"Estas modificaciones incluyen la deforestación y la degradación del bosque primario, por ejemplo mediante la tala selectiva y los incendios, pero incluso los paisajes deforestados están cambiando a medida que el abandono de la agricultura da lugar al rebrote del bosque secundario --prosigue--. Como resultado, muchos paisajes tropicales son ahora un mosaico de usos de la tierra no forestales, bosques secundarios en regeneración y bosques primarios degradados".
Al investigar la tasa de transformación entre los diferentes usos de la tierra y sus impactos en la condición ecológica, los investigadores identificaron las transiciones que son comunes y tienen altos impactos ecológicos, así como las que tienen grandes impactos pero ocurren con menos frecuencia.
"Nuestros resultados han revelado una comprensión más rica de cómo las personas están afectando a la Amazonia y a su ecosistema", destaca el doctor Alencar Nunes.
Recogiendo datos de 310 parcelas, los investigadores analizaron cómo afectan los cambios a la biodiversidad, examinando más de 2.000 especies de árboles, lianas, aves e insectos. También analizaron el carbono y las propiedades del suelo.
Los investigadores también utilizaron datos publicados entre 2006 y 2019 sobre la rapidez con la que ha cambiado el paisaje en la última década.
Sus resultados muestran que la transición de los bosques primarios y secundarios a los pastos a través de la deforestación ascendió a 24.000 km* al año. Descubrieron que la riqueza de especies de casi todos los grupos de biodiversidad disminuyó entre un 18% y un 100% en las parcelas en las que el bosque primario o secundario se había convertido en pastos o en agricultura mecanizada.
Las transiciones de bosques a agricultura mecanizada fueron las que más impacto ecológico tuvieron, pero se produjeron con menos frecuencia que la conversión de bosques a pastos.
"La deforestación de los bosques primarios para crear pastos es el cambio de uso del suelo más perjudicial en la Amazonia brasileña --alerta el doctor Alencar Nunes--. Nuestros resultados muestran que las transiciones de bosques primarios a pastizales se clasificaron siempre como de 'alto impacto, alto índice' para la biodiversidad, el almacenamiento de carbono y las propiedades del suelo. Esto subraya la importancia crítica y urgente de combatir la deforestación, que ha ido en aumento en los últimos años", añade.
Sin embargo, el estudio también reveló oportunidades de acción positiva, por ejemplo, destacando la importancia de proteger los bosques secundarios y permitir que maduren. Descubrieron que la diversidad de los árboles grandes se duplicaba y la de los pequeños aumentaba en un 55% cuando los bosques secundarios jóvenes superaban los 20 años de edad, lo que suponía un aumento de la biodiversidad y del almacenamiento de carbono.
Otros resultados revelaron formas menos obvias de degradación que están afectando a la ecología del Amazonas. Descubrieron que el cambio entre los tipos de agricultura, de los pastos para el ganado a una agricultura mecanizada más intensiva, también disminuye la biodiversidad, y la diversidad de las hormigas y las aves se reduce en un 30% y un 59% respectivamente.
"Estos resultados son importantes, ya que demuestran que hay multitud de medidas que pueden adoptarse para proteger y mejorar la ecología de la Amazonia --apunta el doctor Alencar Nunes--. Cuando los agricultores cambian la tierra de pastos a cultivos con métodos agrícolas mecanizados, esto también afecta a la biodiversidad, pero es un proceso que queda en gran medida oculto en comparación con la deforestación".
Según apunta, "si reducimos la cantidad de tierra que se convierte en agricultura mecánica y permitimos que vuelvan a crecer los bosques secundarios, podemos conseguir importantes avances en la restauración ecológica de la Amazonia. Nuestro análisis ayuda a definir y priorizar las acciones locales y regionales necesarias para estimular una Amazonia mejor", subraya.
El coautor Jos Barlow, catedrático de Ciencias de la Conservación del Centro de Medio Ambiente de la Universidad de Lancaster, destaca que el estudio tiene otras implicaciones para la conservación y la política.
"Nuestros resultados subrayan una vez más la importancia de atajar la deforestación, así como los beneficios adicionales de evitar la degradación y mejorar la permanencia de los bosques secundarios --afirma--. Sin embargo, para conseguirlo será necesario transformar el modo en que se gestiona actualmente la Amazonia, lo que incluye una integración mucho mayor de la ciencia, la política y las prácticas locales".
"También destacamos la necesidad de centrarse en la biodiversidad, además del carbono, en los bosques tropicales: de los tres componentes del ecosistema que analizamos, la biodiversidad fue la más afectada por todos los cambios de uso del suelo --prosigue--. Esperamos que la biodiversidad pueda incluirse en las acciones de mitigación del cambio climático, y que se haga hincapié en ello en la próxima COP15 sobre Biodiversidad".