La Unión Africana (UA) ha mostrado su preocupación por el “tratamiento violento y degradante” a los migrantes que intentaron cruzar la valla de Melilla y ha reclamado una investigación “inmediata” para esclarecer el suceso, que se ha saldado con la muerte de 23 personas.
"Expreso mi profunda conmoción y preocupación por el tratamiento violento y degradante a migrantes africanos que intentaron cruzar una frontera internacional desde Marruecos hacia España, con una violencia que causó la muerte de al menos 23 personas y heridas a muchas más", ha dicho el presidente de la Comisión de la UA, Moussa Faki Mahamat.
Así, ha reclamado una investigación y ha recordado a todos los países "sus obligaciones bajo el Derecho Internacional de tratar a todos los migrantes con dignidad y priorizar su seguridad y Derechos Humanos, al tiempo que se evita el uso de una fuerza excesiva".
La Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) en la ciudad marroquí de Nador advirtió el domingo de que la cifra de cadáveres acumulados en el depósito de cadáveres de Nador sea "muy superior" a los 27 que ha podido confirmar la propia organización, una cifra superior a los 23 fallecidos confirmados por Marruecos.
El suceso tuvo lugar durante un intento de más de 2 mil subsaharianos de cruzar la valla de Melilla el pasado viernes. Más de un centenar de personas resultaron heridas, incluidos decenas de policías, aunque el domingo sólo estaban hospitalizados 18 migrantes y un policía, ingresados en el Hospital Hassani y en el Hospital Universitario de Uchda.
Qué dice el Gobierno de España
Las imágenes conocidas sobre el asalto a la valla de Melilla, donde sobresalen los cadáveres de los migrantes y el trato recibido por los gendarmes marroquíes, comprometen la posición del Gobierno. La crudeza de lo visto obliga al Ejecutivo a “lamentar la pérdida de vidas humanas”, pero se evita criticar la actuación de los agentes marroquíes.
Es más, desde La Moncloa reiteran que agradecen " la colaboración en la defensa de nuestras fronteras a las autoridades marroquíes”. La Moncloa también ha evitado que Unidas Podemos, en la persona de la ministra Irene Montero, se manifestara sobre este asunto en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Una condición que ésta ha asumido y aceptado. Circunstancia que, dicen fuentes de ambos sectores de la coalición, era lo fijado y acordado de antemano.
Las consecuencias del intento de asalto a la valla de Melilla y la actuación de Marruecos en este asunto obligan el Gobierno a ir con pies de plomo. Medir cada palabra, cada gesto. Las ONG hablan de al menos 37 fallecidos, mientras que el país vecino reduce la cifra a 23. Eso explica que desde La Moncloa, bien a través del propio Pedro Sánchez bien a través de la portavoz Isabel Rodríguez, se lamente el drama humano pero se obvie crítica alguna a la actuación marroquí, poniendo el foco de la culpabilidad en “las mafias que trafican con personas”.
Y eso explica que en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros -celebrado en lunes por la cumbre de la OTAN que acoge Madrid esta semana- la portavoz Rodríguez asumiera la respuesta a las preguntas formuladas sobre el asalto a la valla de Melilla. A pesar de que hasta en cinco ocasiones las cuestiones fueron dirigidas expresamente a la ministra Irene Montero, que comparecía por la aprobación de la ley trans. Isabel Rodríguez, en un gesto poco habitual se agachó para concertar con Montero que sería ella quien respondería a todas las cuestiones. Montero, pese a que su cara mostraba lo contrario, ha aceptado y asumido el silencio impuesto por La Moncloa.
