Este lunes habitantes de la comunidad de Cerocahui, en Chihuahua, dieron el último adiós a los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, asesinados el pasado 20 de junio junto a un guía de turístas en una iglesia de la localidad.
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El adiós de los sacerdotes comenzó el pasado sábado 25 de junio con una misa en la ciudad de Chihuahua. Posteriormente, sus restos fueron trasladados a la localidad de Creel, que alberga a la comunidad Tarahumara.
En dicho sitio se celebró una misa en la iglesia Nuestra Señora de Lourde, donde los féretros fueron recibidos con globos blancos como señal de paz para darles el último adiós.
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El domingo, los restos de los sacerdotes fueron llevados a Cerocahui, donde fueron velados y este lunes les dieron el último adiós en el mismo templo en el que fueron asesinados.
Este lunes, en medio de un fuerte dispositivo de seguridad de la Guardia Nacional, habitantes de la comunidad, despidieron a los religiosos mediante cánticos acompañados de bailes tradicionales y trajes típicos de los indígenas rarámuris de la Sierra Tarahumara.