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RSF denuncia una maquinaria de propaganda en los medios públicos egipcios a mayor gloria del presidente Al Sisi

El último informe de Reporteros sin Fronteras sobre la situación de los medios de comunicación en Egipto menciona por nombre y apellidos a varios de los "títeres" del presidente del país, Abdelfatá al Siri, erigidos en megáfonos de "una nueva dimensión" de campañas de desprestigio, cuando no difamación o "demonización", contra sus colegas críticos con el mandatario.

MADRID, 30 (EUROPA PRESS)

Presentadores como Ahmed Musa --director del programa Ala Masuliti, en el canal Sada el Balad-- emplean su plataforma para reproducir consignas institucionales contra los reporteros, cada vez menos, que critican al Gobierno egipcio. Entre sus objetivos está el periodista de Al Yazira Yosri Fuda; "un hombre que odia al Estado", dijo Musa de él, "y a sus instituciones".

Descripciones como ésta o "agente extranjero", "gente de baja moral" o directamente "traidores a la patria" son moneda común, denuncia RSF, entre los participantes en la maquinaria de propaganda del Gobierno egipcio, a través de una campaña que alcanzó una nueva cota en 2019, cuando las agencias de Inteligencia del país, denuncia RSF, "asumieron el control de los medios de comunicación, convertidos desde entonces en un arma de desinformación y los discursos de odio".

RSF cita como un ejemplo el conglomerado United Media Services --que comprende a medios como los periódicos 'Egypt Today' o 'Al Watan' , o la cadena de televisión Al Hayah-- que ahora está completamente "sisificado", con la entrada de los servicios de Inteligencia, poseedores de un fondo de capital propio, Eagle Capital.

El Estado egipcio controla aproximadamente una tercera parte de los medios del país. La mayoría del resto está controlado por hombres de negocios próximos al mandatario, llegado al poder como jefe de Ejército a través de un golpe de Estado militar en 2013 contra el presidente Mohamed Mursi, y abanderado de una campaña que ha aniquilado la presencia en el país de una de las organizaciones islámicas más importantes del mundo, Hermanos Musulmanes, afín al derrocado Mursi.

La periodista libanesa Liliane Daud también es objetivo de estas campañas, lideradas en su caso por el presentador Nashat el Dihy, quien llegó a acusarla en falso de pedir una intervención militar extranjera en el país. El Dihy recordó que Daud fue deportada del país en 2016 --"expulsada como una perra", en sus palabras-- tras un incidente que RSF achaca a una persecución política contra la periodista.

RSF aprovecha además la ocasión para pedir, una vez más, la liberación de los 24 periodistas actualmente detenidos en Egipto, diez de ellos de manera arbitraria, según Naciones Unidas, en un país que ocupa el puesto 168 de los 180 que componen el Índice Mundial de la libertad de Prensa; un "estado egipcio responsable de estos ataques y de los medios de información que actúan como cómplices", en palabras de la directora de la sección para Oriente Próximo, Sabrina Benui.

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