El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, utilizó las cámaras de la cadena estadounidense Fox News para cuestionar en una entrevista la vacuna contra el coronavirus y jactarse además de haber sido el “único jefe de Estado” que no acató las medidas restrictivas para frenar la pandemia.
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“Una persona que ya se contagió, ya está inmune y no necesita tomar la vacuna y ese fue mi caso. Ahora, compré vacunas para todos los brasileños. No obligué a nadie tomarla, respeté la libertad individual”, mencionó.
Bolsonaro cuestionó no solo la eficacia de la vacuna --ya que a pesar de la dosis de refuerzo la gente sigue contrayendo la enfermedad y muriendo--, sino que fue una vez más en una de las consignas que una y otra vez repitió durante la pandemia, el uso de “tratamientos precoces” para evitar contagios y muertes.
Así, sin dar más detalles, mencionó una serie de “estudios fuera de Brasil” que ampararían sus argumentaciones. “Muchas muertes podrían haber sido evitadas si no hubiese tanta presión por parte de los medios contra el tratamiento precoz, la gente toma la tercera, la cuarta dosis de la vacuna y continúa contrayendo el virus y muriendo”, subrayó.
Una vez más, las palabras de Bolsonaro sobre la pandemia carecen de cualquier aval médico, chocando frontalmente con los estudios científicos, por ejemplo, de la prestigiosa revista ‘Lancet’, que estima en unas 20 millones de vidas las que se pudieron salvar gracias a la vacuna. A su vez, los especialistas jamás afirmaron que la vacuna impida contraer de nuevo la enfermedad, pero sí reduce el riesgo de que pueda desarrollarse de gravedad.
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En otro momento de la entrevista, Bolsonaro también minimizó la gravedad a la que se enfrenta la Amazonia brasileña por culpa de sus medidas medioambientales y celebró, ya en el plano de la actualidad estadounidense, la reciente decisión del Tribunal Supremo de revocar el derecho constitucional al aborto.
Bolsonaro dijo que el fallo del Supremo “no le gustó a la izquierda”, a diferencia de él, que defiende la vida “desde la concepción”. Unas afirmaciones en sintonía con las que hace unos días cuestionó el hecho de que una niña de once años violada pudiera finalmente interrumpir el embarazo.
En lo que respecta a la Amazonia, señaló que existen “intereses” externos por engrandecer un supuesto problema en un intento por cuestionar la soberanía brasileña sobre ese extenso y vasto territorio, un argumento que comparte con él, destacó, el presidente ruso, Vladimir Putin, quien le expresó su solidaridad durante el encuentro que ambos mantuvieron hace poco, ya con la guerra de Ucrania en su pleno apogeo.