MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
La organización puntualiza que en su balance solo recoge aquellas ejecuciones que ha podido verificar por múltiples fuentes, por lo que el número real podría ser incluso mayor, y destaca en particular el periodo entre el 7 de mayo y el 30 de junio, coincidiendo con una serie de protestas encabezadas por las influyentes asociaciones de mercaderes del país por la crisis económica.
El director de IHRNGO, Mahmud Amirimoghadam, ha denunciado que "el objetivo fundamental de estas ejecuciones consiste en inspirar el miedo entre la población para evitar nuevas protestas" y pide a la comunidad internacional que "imponga un coste político a Irán para detener esta ola" de ajusticiamientos.
Sobre las cifras de 2022, la ONG denuncia también el secretismo de las ejecuciones, de las cuales solo 31 han sido anunciadas por los medios de información del país o por canales oficiales. También precisa que más de la mitad de los ejecutados, 141, habían sido condenados por asesinato, otros 91 por delitos relacionados con el narcotráfico y 13 por violación.
Seis de ellos fueron condenados por delito de "moharebeh" (enemistad hacia Dios), cuatro de ellos estaban descritos como presos políticos y dos fueron declarados culpables de protagonizar robos a mano armada
El grupo también hace especial hincapié en que los baluches ejecutados representan un 27 por ciento de los ajusticiados si bien el grupo demográfico solo representa entre un 2 y un 6 por ciento del total de la población del país.