MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
La Policía de Sudán ha lanzado este viernes gases lacrimógenos para dispersar a un grupo de manifestantes que se dirigían al Palacio Presidencial de la capital, Jartum, dos días después de la muerte de una decena manifestantes por represión de las fuerzas de seguridad en nueva jornada de protestas contra los militares.
De momento no se tiene constancia de víctimas por estos incidentes, informa el canal Al Hadath, en medio de cierres al paso de varias partes de la capital para impedir la repetición de las manifestaciones, que según las autoridades militares han dejado además 225 heridos entre las filas del Ejército.
Las autoridades también han cerrado el puente de El Mek Nimr sobre el Nilo Azul, que une las ciudades de Jartum con Jartum Norte y pasa cerca del palacio. Los manifestantes también han protagonizado una sentada frente a un importante hospital cercano a la residencia oficial.
"En estos momentos, las fuerzas de seguridad están fuertemente desplegadas en el barrio de Al Dim en Jartum, cerca de la zona de sentadas de los manifestantes pacíficos", ha hecho saber el Comité de Médicos Sudaneses, una organización civil especializada en el seguimiento de las protestas, en un comunicado en Facebook.
"Estamos profundamente preocupados ante la posibilidad de que estas fuerzas ataquen la sentada para dispersarla, y no podemos descartar que invadan y ataquen el Hospital Al Jawdah, también ubicado cerca del área de la sentada", añaden.
CONDENA INTERNACIONAL
La Unión Europea ha condenado este viernes "la violencia perpetrada una vez más" por las fuerzas sudanesas en los últimos días y ha calificado de "totalmente inaceptable" el "uso excesivo de la fuerza" sobre "manifestantes pacíficos".
Las autoridades sudanesas han vuelto a violar Derechos Humanos básicos como la libertad de reunión, la libertad de expresión y la protección de los civiles", ha denunciado el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
"Esta pérdida de vidas sin sentido va en contra de la determinación del pueblo sudanés en su búsqueda de la democracia", ha destacado Borrell, para quien los hechos del jueves "demuestran que las autoridades militares no están dispuestas a crear un ambiente propicio para el diálogo".
Con más de 100 manifestantes muertos y miles heridos desde el golpe militar del año pasado, cada pequeño paso dado para crear ese entorno se ve revertido por la continua represión (...). Es hora de escuchar a los cientos y miles de sudaneses que quieren libertad, paz y justicia para todos", ha reclamado.
Por su parte, la alta comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, ha mostrado su "alarma" por "el asesinato" de al menos nueve personas, entre ellas un menor de 15 años, "a manos de las fuerzas de seguridad".
Bachelet ha puesto de relieve que "los últimos asesinatos" elevan a 113 el número de personas muertas por la represión de las manifestaciones convocadas en protesta por el golpe de Estado del año pasado. "La mayoría recibieron disparos en el pecho, la cabeza y la espalda", ha subrayado.
"Reitero nuevamente a las autoridades sudanesas que la fuerza debe usarse solo cuando sea estrictamente necesario y en pleno cumplimiento de los principios de legalidad, necesidad, precaución y proporcionalidad", ha insistido Bachelet, que ha pedido a los militares respetar el derecho de reunión y protesta pacífica, así como una investigación "independiente" y "transparente "para depurar responsabilidades.
CRISIS POLÍTICA
Las protestas, que han dejado ya más de un centenar de muertos por la represión, continúan en medio de los contactos entre las autoridades militares, encabezadas por el jefe del Ejército y presidente del Consejo Soberano de Transición, Abdelfatá al Burhan, y las organizaciones políticas y civiles opositoras para intentar solucionar la crisis.
El golpe de Estado de octubre derivó en la destitución del primer ministro civil, Abdalá Hamdok, si bien las presiones internacionales derivaron un acuerdo para restituirle en el cargo en noviembre, lo que provocó que perdiera apoyo entre las fuerzas opositoras y revolucionarias.
Sin embargo, Hamdok presentó su dimisión en enero en protesta contra la represión de las movilizaciones y después de que las autoridades militares expulsaran del Ejecutivo a diversas agrupaciones civiles argumentando que actuaban contra los intereses del Estado.
Las autoridades de transición fueron instauradas tras un acuerdo entre la junta militar anterior, surgida tras el golpe de Estado de 2019 contra Omar Hasán al Bashir, y diversas organizaciones civiles y formaciones políticas opositoras. Este Gobierno había iniciado una batería de reformas sociales y económicas y ha alcanzado un acuerdo de paz con importantes grupos rebeldes de Darfur y otras zonas del país.