MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
La Autoridad Palestina informó el sábado de la entrega de la bala que mató a la periodista para su examen pericial a Estados Unidos bajo la certeza de que fue disparada por un militar israelí mientras la reportera cubría un enfrentamiento en Yenín. Sin embargo, siempre se ha manifestado en contra de una colaboración con Israel, a quien ha acusado de enfangar la investigación.
De hecho, las conclusiones de la investigación independiente realizada por la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos sobre la muerte de la periodista coinciden con la evaluación realizada por las autoridades palestinas y que apuntan a las fuerzas israelíes como responsables de la muerte de la reportera.
Las conclusiones de la investigación desmontan además la narrativa de que existiera actividad de palestinos armados en las inmediaciones de la posición donde se encontraban los reporteros, como apuntó Israel en su momento. El Ejército ha admitido la posibilidad de que la periodista muriera de un disparo efectuado por sus propias fuerzas pero siempre de manera no intencionada.
Ahora, el portavoz militar israelí Ran Kochav ha asegurado, en declaraciones recogidas por el diario hebreo 'Haaretz', que la bala que impactó en la cabeza de la periodista y provocó su muerte en el acto "será sometida a una prueba profesional israelí".
"Este es un control del Ejército israelí en presencia estadounidense", ha declarado Kochav antes de asegurar que la parte palestina estaba al tanto de que Israel acabaría examinando la bala en presencia de los estadounidenses.
El viceministro de Interior, Yoav Segalovitz, ha explicado este domingo a la radio del Ejército de Israel que las pruebas podrían durar varios días y en ellas estarán involucrados varios expertos para "verificar que esta es una opinión inequívoca y que no hay más giros como los que hemos tenido en el último mes, mes y medio".