MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
El BCE ha explicado que también está incorporando consideraciones climáticas en otras áreas de trabajo además de la política monetaria, como la supervisión bancaria, la estabilidad financiera, el análisis económico, los datos estadísticos y la sostenibilidad corporativa.
El banco central de la eurozona ha defendido que estas medidas se han diseñado "en plena conformidad" con el objetivo primordial de mantener la estabilidad de precios y su finalidad es tener más en cuenta el riesgo financiero asociado al clima en el balance del Eurosistema y, en relación con el objetivo secundario, apoyar la transición verde de la economía en línea con los objetivos de neutralidad climática de la UE.
Asimismo, el BCE ha destacado que las medidas proporcionan incentivos para que las empresas y las entidades financieras sean más transparentes sobre sus emisiones de carbono y las reduzcan.
"Con estas decisiones, nuestro compromiso con la lucha contra el cambio climático se materializa en actuaciones reales", ha señalado la presidenta del BCE, Christine Lagarde.
CONSIDERACIONES CLIMÁTICAS EN LA CARTERA DE BONOS
De este modo, se espera que a partir del próximo mes de octubre el Eurosistema oriente las tenencias de bonos en cartera hacia emisores con mejor comportamiento climático mediante la reinversión de las considerables amortizaciones esperadas en los próximos años.
La orientación hacia activos emitidos por empresas con mejor comportamiento climático aumentará la proporción de esos activos en el balance del Eurosistema con respecto a los de empresas con peor comportamiento en este ámbito.
"Esta medida tiene como objetivo mitigar los riesgos financieros asociados al cambio climático en el balance del Eurosistema. También proporciona incentivos para que los emisores mejoren su divulgación de información y reduzcan sus emisiones de carbono en el futuro", ha indicado el BCE.
Este mejor comportamiento climático se medirá en relación con unos niveles más bajos de emisiones de gases de efecto invernadero, unos objetivos de reducción de las emisiones de carbono más ambiciosos y una mejor divulgación de información climática.
Asimismo, el BCE comenzará a publicar periódicamente información climática relacionada con las tenencias de bonos corporativos a partir del primer trimestre de 2023.
En todo caso, el BCE ha aclarado que el volumen de las compras de bonos seguirá dependiendo exclusivamente de consideraciones de política monetaria y de su papel en la consecución del objetivo de inflación del BCE.
LIMITACIÓN DE GARANTÍAS.
Por otro lado, el Eurosistema limitará la proporción de activos emitidos por entidades con una huella de carbono elevada que pueden utilizarse como garantía por entidades de contrapartida individuales para obtener financiación del Eurosistema.
El nuevo sistema de límites, que comenzará a implementarse antes del final de 2024 si se dan las condiciones técnicas necesarias, busca reducir los riesgos financieros asociados al cambio climático en las operaciones de crédito del Eurosistema.
En un primer momento, se aplicarán dichos límites solo a los instrumentos de renta fija negociables emitidos por empresas no financieras, aunque también podrán incluirse otras clases de activos a medida que mejore la calidad de los datos climáticos.
En cualquier caso, estas medidas asegurarán una amplia disponibilidad de activos de garantía que permitirá mantener la eficacia en la ejecución de la política monetaria.
Por otra parte, el Eurosistema solo aceptará como activos de garantía en las operaciones de crédito aquellos activos negociables y créditos de empresas y deudores que cumplan los criterios establecidos en la directiva sobre información corporativa en materia de sostenibilidad (CSRD) una vez se implemente plenamente, algo que se espera para 2026.
Asimismo, continuará perfeccionando sus herramientas y capacidades de evaluación de los riesgos para tener mejor en cuenta los riesgos climáticos. De este modo, el Eurosistema acordó un conjunto de criterios mínimos comunes sobre cómo los sistemas internos de evaluación del crédito de los bancos centrales nacionales deberían incluir los riesgos climáticos en sus calificaciones y que comenzará a aplicarse al final de 2024.
De cara al futuro, el Consejo de Gobierno del BCE se ha comprometido a revisar periódicamente todas las medidas para confirmar que siguen cumpliendo sus objetivos de política monetaria y asegurar, en el marco de su mandato, que continúan apoyando la senda de descarbonización para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París y de neutralidad climática de la UE, así como responder a futuras mejoras en los datos climáticos y en los modelos de riesgo y abordar nuevos retos medioambientales, en el marco de su mandato de estabilidad de precios.