MONTERREY, México (AP) — Las autoridades mexicanas acordaron desalojar a unos 200 animales, en su mayoría leones africanos, jaguares y pumas, que se encontraban en un refugio del suroeste de la capital mexicana que fue asegurado la víspera por elementos policiales tras las denuncias de supuesto maltrato animal y grave deterioro de los ejemplares.
La Procuraduría de Federal de Protección al Ambiente (Profepa) anunció el miércoles que en coordinación con la Secretaría del Medio Ambiente y la alcaldía de la capital se dio inicio a las acciones para el traslado y reubicación de los animales que se encontraban en el refugio de la colonia de San Miguel Ajusco.
En una primera fase se espera trasladar a los zoológicos de Chapultepec y Aragón a algunos monos papio y tres leones, dijo a The Associated Press Ernesto Zazueta, presidente de la Asociación de Zoológicos, Criaderos, y Acuarios de México A.C (Azcarm). Zazueta precisó que el jueves se desalojará un segundo grupo de 50 animales que irán a los zoológicos mexicanos de Zacango, Morelia, León, y Culiacán.
“Todos los animales se van porque la verdad allí no se garantiza la seguridad de ellos ”, indicó el directivo al asegurar que la instalación, denominada santuario Black Jaguar White Tiger, será clausurada debido a que todos los animales del refugio se “encuentran en una situación horrible”.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México y la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la capital indicaron la víspera en un comunicado conjunto que en el refugio fueron contabilizados hasta el momento 202 animales, de los cuales 177 son felinos, 17 monos araña, cuatro canes, dos burros y dos coyotes.
Las autoridades y especialistas de Azcarm conformaron un grupo interdisciplinario que desde el martes comenzó a prestar atención médica y suministrar alimentos e hidratación a los ejemplares que se encontraban muy debilitados y delgados y con algunas partes de sus cuerpos mutiladas.
“Les faltan colas que están todas mordidas. Se comieron las colas. Hay otros que les faltan ojos, orejas. Están muy, muy delgados, deshidratados”, dijo Zazueta.
El aseguramiento del refugio se dio luego que ambientalistas denunciaron en medios locales que los animales, muchos de los cuales habían sido decomisados por Profepa y llevados por las autoridades al refugio, padecían desnutrición y lesiones severas.
