El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, y su mujer, Carrie Symonds, no celebrarán en la residencia oficial de Chequers la fiesta nupcial que supuestamente habían preparado para julio, después de que la oposición haya sugerido que el ‘premier’ quería seguir en Downing Street a toda costa para seguir gozando de estas instalaciones.
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Johnson anunció el jueves su renuncia como líder del Partido Conservador, pero seguirá como primer ministro hasta que los ‘tories’ elijan a su sustituto. Su intención pasa por permanecer en el cargo hasta septiembre e incluso octubre, por lo que hasta entonces se mantendrá como primer ministro a todos los efectos, incluido el acceso a dependencias oficiales.
Tras la dimisión, salieron a la luz los preparativos de una celebración en la residencia de campo de Chequers que, según fuentes citadas por el ‘Daily Mirror’, figuraban entre los motivos para que Johnson retrasara su salida. La ‘número dos’ del Partido Laborista, Angela Rayner, afirmó que el primer ministro quería quedarse a la espera de “una fiesta en Chequers” con la que celebrar su reciente boda.
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Sin embargo, fuentes de Downing Street aseguró a la BBC que “no había nada firmado al cien por cien”, dando a entender que lo de Chequers aún no estaba cerrado, y que en cualquier caso la fiesta tendrá lugar en otro enclave.
La oficina de Johnson ya había adelantado que el primer ministro y su mujer celebrarían este verano con familiares y amigos la unión formalizada en 2021, en una ceremonia privada en la catedral de Westminster.