WASHINGTON (AP) — Los agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos que iban a caballo hicieron un “uso innecesario de la fuerza” contra migrantes haitianos que no suponían una amenaza; sin embargo, no azotaron a ninguno de ellos con sus riendas “de manera intencional o de alguna otra manera”, según una investigación federal sobre las caóticas escenas que se produjeron en la frontera entre Texas y México el año pasado y que provocaron una condena generalizada.
En un informe de 511 páginas publicado el viernes, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) atribuyó a una “falta de control de mando y de comunicación” el hecho de que los agentes montados emplearan sus caballos para bloquear y desplazar por la fuerza a los migrantes haitianos que llegaron el pasado mes de septiembre a la frontera de Estados Unidos, a las afueras de Del Río, en Texas.
Videos y fotografías del incidente hacían parecer que los agentes azotaban a los haitianos, lo que provocó la indignación de grupos activistas y defensores de los derechos civiles.
El gobierno de Biden prometió una investigación completa después de las objeciones que hicieron muchos miembros del propio partido del presidente al considerar que este tipo de tácticas con matices raciales eran el tipo de políticas de las que se suponía que Estados Unidos se estaba alejando después de años de prácticas de inmigración de línea dura bajo el mandato del presidente Donald Trump.
Como parte de la investigación, se emitieron recomendaciones de medidas disciplinarias para cuatro empleados de la Patrulla Fronteriza —todos ellos asignados a tareas administrativas desde que comenzó la investigación hace meses_, según funcionarios de alto rango de la CBP que informaron durante una rueda de prensa antes de publicar el informe.
Para el 19 de septiembre de 2021, unos 15.000 migrantes haitianos habían cruzado la frontera de México a Estados Unidos y se habían concentrado en un campamento bajo un puente internacional en Del Río.
Pero el campamento quedó totalmente desalojado pocos días después del incidente, a medida que aumentaban los señalamientos.
Según los investigadores federales, ningún migrante fue golpeado con riendas, obligado a regresar a México ni se le negó la entrada a Estados Unidos durante los 15 minutos en que los agentes montados los bloquearon y desplazaron por la fuerza.
Uno de los agentes gritó comentarios inapropiados sobre la nacionalidad de un migrante, entre ellos "Usas a tus mujeres”, además de que por poco arrolla a un niño al galopar demasiado cerca de él mientras perseguía a un migrante.
El uso de la fuerza hizo que los migrantes volvieran a entrar en el Río Bravo (o Grande), a pesar de que se encontraban bien adentrados en el territorio estadounidense y no representaban ningún tipo de amenaza, según los altos funcionarios de la CBP.
Los investigadores indicaron que no hablaron con los migrantes haitianos mientras preparaban la investigación, sino que utilizaron declaraciones y documentos judiciales que algunos de ellos proporcionaron como parte de las demandas que presentaron contra las autoridades estadounidenses.
El informe señala que el incidente comenzó después de que las autoridades del Departamento de Seguridad Pública de Texas pidieran ayuda a las autoridades federales.
La conclusión del informe se anunció luego de que el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, autorizara esta semana a sus fuerzas estatales a detener a los migrantes y devolverlos a la frontera entre Estados Unidos y México, lo que plantea cuestionamientos sobre las facultades de su estado en momentos en que líderes del Partido Republicano han criticado al gobierno de Biden por no haber frenado el número de cruces.
Según el informe, los agentes actuaron con el permiso de su supervisor, el cual no pudo obtener orientación de una instancia superior de la cadena de mando de la Patrulla Fronteriza. Se comunicaron por un canal de radio que no fue grabado, lo que complicó aún más la investigación del incidente.
