MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Etiopía ha anunciado este martes un acuerdo con Naciones Unidas para poner en marcha un proyecto de reconstrucción en la región de Tigray (norte), sacudida desde noviembre de 2020 por un conflicto entre el Ejército y el Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF).
El Ministerio de Finanzas etíope ha indicado en un comunicado publicado en su página web que ha firmado un pacto con la Oficina de Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) para "aplicar un proyecto de recuperación" que es parte del "programa de recuperación nacional", financiado por el Banco Mundial.
Así, ha detallado que los objetivos son "reconstruir y mejorar el acceso a los servicios básicos y la infraestructura de resiliencia ante el clima" y "mejorar el acceso a una respuesta de servicios multisectoriales para los supervivientes de violencia de género en comunidades afectada por el conflicto en Etiopía".
"A partir del acuerdo con la UNOPS, la agencia pondrá en marcha actividades identificadas bajo el primer objetivo del proyecto en la región de Tigray", ha apuntado, antes de agregar que el segundo objetivo "será aplicado por otro actor con el que están teniendo lugar negociaciones".
En este sentido, ha explicado que la UNOPS llevará a cabo actividades para "dar servicios de respuesta rápida a comunidades en Tigray, tras consultas con la comunidad", "reconstruir servicios básicos en infraestructuras afectadas por el conflicto, en consulta con las comunidades" y "apoyar instituciones sociales a nivel comunitario".
"La UNOPS aplicará el proyecto en Tigray hasta que la situación en Tigray mejore y permita al Gobierno llevar a cabo el proyecto con su propia estructura, en cuyo caso la UNOPS traspasará las actividades al Gobierno", ha zanjado en un comunicado publicado en su cuenta en la red social Twitter.
El Banco Mundial se convirtió en abril en la primera institución financiera de desbloquear fondos a Etiopía, una decisión adoptada tras el inicio de una "tregua humanitaria" entre el Ejército y el TPLF a finales de marzo, si bien ambas partes se han acusado desde entonces de numerosas violaciones.
El conflicto en Etiopía estalló tras un ataque del TPLF contra la principal base del Ejército, situada en la capital de Tigray, Mekelle, tras lo que el primer ministro ordenó una ofensiva contra el grupo tras meses de tensiones a nivel político y administrativo. En la actualidad hay en vigor una "tregua humanitaria", si bien ambas partes se han acusado de impedir la entrega de ayuda.
El TPLF acusa a Abiy de azuzar las tensiones desde su llegada al poder en abril de 2018, cuando se convirtió en el primer oromo en acceder al cargo. Hasta entonces, el TPLF había sido la fuerza dominante dentro de la coalición que gobernó Etiopía desde 1991, el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF), sustentada en las etnias. El grupo se opuso a las reformas de Abiy, que consideró como un intento de socavar su influencia.