KIGALI, Ruanda (AP) — Sobrevivientes del genocidio en Ruanda festejaron el miércoles la condena en Francia de Laurent Bucyibaruta, el ruandés de mayor jerarquía, bajo cargos relacionados con el genocidio de 1994.
En este país del este de África goza de amplio apoyo la campaña del presidente Paul Kagame para lograr que Francia y otros países arresten y juzguen a los sospechosos aún prófugos en Europa.
Bucyibaruta, de 78 años y residente en Francia desde 1997, fue juzgado por cargos derivados del genocidio y condenado a 20 años de prisión. La corte de París lo halló culpable de complicidad en el genocidio y los crímenes de lesa humanidad, pero lo absolvió de participación directa por falta de pruebas.
Bucyibaruta permaneció en libertad durante el juicio, pero fue detenido por los gendarmes apenas se pronunció el veredicto. Tiene plazo de 10 días para apelar.
El veredicto es importante para los sobrevivientes de las matanzas en la provincia de Gikongoro, de la que fue gobernador y miembro del ala más intransigente del partido gobernante. Gikongoro, con su gran población tutsi, fue uno de los centros del genocidio.
Sobrevivientes que hablaron con The Associated Press el miércoles dijeron que nunca es demasiado tarde para que llegue la justicia.
“Debido a su trabajo preparatorio, mataron a muchos tutsi”, dijo Joseph Ntwali, que vivió en Gikorongo durante el genocidio y recuerda que Bucyibaruta, hombre influyente, sembró las semillas del odio étnico con sus discursos.
La matanza de la población tutsi de Ruanda comenzó el 6 de abril de 1994, cuando un avión en que viajaba el presidente Juvénal Habyarimana fue derribado en Kigali. El mandatario, como la mayoría de los ruandeses, era de la etnia hutu.
Se acusó a los tutsi del crimen, y aunque lo negaron, bandas de extremistas hutu empezaron a matarlos, incluso a los niños, con el apoyo del ejército, la policía y milicias.
A lo largo de 100 días murieron más de 800.000 tutsi y los hutu moderados que intentaron protegerlos.