UVALDE, Texas, EE.UU. (AP) — La hija de 11 años de Jessica Treviño asistió el 24 de mayo a la Escuela Primaria Robb, cuando un hombre armado asesinó a 19 niños y dos maestras. Ella no resultó herida, pero en los casi dos meses que han transcurrido, ha sufrido de ansiedad, depresión y estrés postraumático, padecimientos que han requerido que su familia gaste hasta 1.500 dólares semanales en atención física y emocional.
Los Treviño actualmente son elegibles para recibir parte de los millones de dólares que se han recaudado para ayudar a las víctimas y sobrevivientes del tiroteo, pero aún no han visto ese dinero. Por lo general, administrar y distribuir estos fondos toma meses. Sin embargo las familias tienen una enorme necesidad de ayuda ahora.
Durante una abarrotada reunión del ayuntamiento de Uvalde el martes, varias personas plantearon preguntas desde sus lugares sobre por qué parece tomar tanto tiempo entregar la ayuda financiera. Los funcionarios de la ciudad no han sido muy claros, y parecen igualmente confundidos.
“Estas familias no pueden empezar a sanar a menos que se les dé tiempo sin preocuparse de los aspectos financieros”, dijeron el alcalde de Uvalde, Don McLaughlin, y el senador estatal, Roland Gutierrez, en una carta enviada la semana pasada al gobernador de Texas, Greg Abbott. El alcalde y el legislador señalaron que ambos han recibido “varios reportes perturbadores” de personas que han recibido recursos financieros insuficientes. Ambos mencionaron a una familia que tenía problemas para cubrir las cuentas mientras su hijo continúa hospitalizado.
Se han recaudado al menos 14 millones de dólares en donativos privados y corporativos para las familias afectadas por el tiroteo. El total se ha combinado en el fondo Uvalde Together We Rise, el cual será administrado por una comisión local con la asesoría de expertos nacionales.
Pero crear un plan para garantizar una distribución transparente e igualitaria de los fondos toma tiempo, por lo general meses, subrayó Jeffery Dion, director ejecutivo de National Compassion Fund. La organización sin fines de lucro ha ayudado a distribuir más de 105 millones de dólares en donaciones para personas afectadas por otros 23 incidentes con gran número de muertos desde 2014: el tiroteo en el centro nocturno Pulse, en Orlando, Florida, en 2016; la masacre en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas de Parkland, Florida, en 2018; y la masacre en un Walmart de El Paso, Texas, en 2019, entre otros. En cada uno de esos casos pasaron varios meses antes de que las víctimas recibieran los donativos.
“Es un regalo, así que no hay una respuesta correcta o equivocada, pero lo más importante es que es la respuesta local”, dijo Dion, añadiendo que cada comisión local tiene la última palabra en los planes de distribución.
Actualmente, se espera que los fondos se distribuyan a las familias a partir del 21 de noviembre, de acuerdo con Mickey Gerdes, un abogado local que preside la comisión de Uvalde encargada de la asignación de donaciones. Gerdes señaló que existe un borrador del plan de distribución para la comunidad, el cual se finalizará después de recibir comentarios públicos.
En tanto, los Treviño y muchas otras familias han abierto páginas de GoFundMe, mientras que varios donantes y organizaciones han intervenido para brindar ayuda financiera inmediata.
El Departamento de Bomberos Voluntarios de Uvalde ha escrito cheques directamente para 15 familias de los heridos, según el presidente del departamento, Patrick Williams. Dijo que en un principio la organización recibió 21.000 dólares a través de un evento anual de recaudación de fondos, los cuales decidieron dedicar a las víctimas, y otros 49.000 dólares a través de una página de GoFundMe relacionada, la cual cerró el 1 de junio.
“De ninguna manera deberíamos hablar de dinero y de la pérdida de vidas de niños en la misma oración, pero aquí estamos y se debe discutir”, declaró Williams, resaltando que los fondos que ha recaudado su departamento están ayudando a las familias de los lesionados que han tenido que ausentarse del trabajo y tienen problemas para cubrir sus gastos médicos y diarios.
“Esto me ha mostrado lo peor y lo mejor de la humanidad”, comentó Williams.
La página de GoFundMe de la familia Treviño ha recaudado más de 47.000 dólares. Pero Jessica Treviño dijo que viajar todas las semanas a San Antonio para el tratamiento de su hija mientras mantienen a sus otros tres hijos sigue siendo un desafío financiero para ella y su esposo.
“También creo que muchos de los padecimientos mentales son dejados de lado porque familias como la mía no tienen ayuda financiera”, señaló Treviño.
La distribución de los 14 millones de dólares disponibles por otras fuentes toma mucho tiempo porque se debe cotejar cada solicitud con los registros médicos y judiciales, dijo Dion. Añadió que las familias también necesitan tiempo para consultar con abogados pro bono que pueden asesorarlos sobre la mejor manera en que se pueden transferir los fondos, en especial a menores, en apego a las leyes locales y sin que pierdan ninguna otra prestación pública que puedan estar recibiendo.
Las solicitudes para recibir fondos estarán disponibles en línea entre el 8 de septiembre y el 6 de octubre. De acuerdo con el borrador actual del plan de distribución, entre los elegibles se incluye a herederos legales de los fallecidos, aquellos que resultaron con heridas físicas o sufrieron trauma psicológico, y estudiantes y personal que se encontraban en la escuela al momento del tiroteo.