MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
Una investigación de los servicios secretos israelíes para el exterior, el Mossad, concluyó que los atentados perpetrados contra judíos en Argentina en la década de 1990 fueron perpetrados por un comando de la milicia libanesa Hezbolá sin la presencia de iraníes en Buenos Aires.
El informe, al que ha tenido acceso el diario 'The New York Times', detalla el modo en que se prepararon y perpetraron los atentados. Uno de los datos más curiosos es la forma de la introducción de contrabando de los explosivos utilizados en botes de champú y cajas de chocolate en vuelos comerciales regulares procedentes de varios países europeos. Luego fueron ocultados en un parque de Buenos Aires.
Según el documento, la célula secreta de Hezbolá responsable de los ataques no recibió ayuda de ciudadanos argentinos --ultraderechistas o con simpatías nazis-- ni de agentes iraníes, como mantienen Israel, Argentina y Estados Unidos. Mantiene sin embargo la versión oficial israelí de que Teherán en lo que respecta a que aprobó y financió los atentados y suministró el entrenamiento y el equipo.
El atentado más grave fue el 18 de julio de 1994, cuando murieron 85 personas y más de 300 resultaron heridas en una explosión contra la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en Buenos Aires. Dos años antes murieron 29 personas en un atentado contra la Embajada de Israel en la capital argentina.
Algunos de los encargados de investigar los atentados fueron procesados después por obstruir la investigación y políticos de alto nivel han sido acusados de estar implicados.
Ambos atentados fueron ejecutados por Hezbolá en venganza por las intervención militar israelí en Líbano, según la investigación del Mosad. Hezbolá utilizó una infraestructura secreta que construyó durante años en Buenos Aires y otros lugares de Sudamérica para preparar y realizar los ataques.
"Solo los operativos de la unidad de operaciones exteriores de Hezbolá participaron en el atentado, sin ninguna colaboración de ciudadanos locales", explica el documento.
El informe del Mossad sostiene además que los responsables materiales de los dos ataques nunca fueron juzgados y viven en Líbano, aunque el jefe de la unidad, Imad Mugniyé, murió en 2008 en un ataque conjunto israelí-estadounidense.
Las conclusiones se basan en información recopilada a partir de interrogatorios a sospechosos, vigilancia, escuchas telefónicas y datos aportados por agentes. La investigación también revela fallos del Mossad, que no tuvo ningún aviso previo de los atentados.
Los atentados de Argentina cambiaron la postura de Israel, que desde ese momento se mostró más reticente a asesinatos selectivos de altos cargos de Hezbolá por temor a represalias, según cuatro antiguos altos cargos israelíes consultados por el 'Times'.