MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
"Solo un día después de asumir el cargo, el presidente Wickremesinghe supervisó un ataque brutal de las fuerzas de seguridad contra manifestantes pacíficos en el corazón de Colombo", ha denunciado Meenakshi Ganguly, directora para el sur de Asia de Human Right Watch.
Ganguly ha considerado que esta "acción envía un mensaje peligroso al pueblo de Sri Lanka de que el nuevo Gobierno tiene la intención de actuar a través de la fuerza bruta en lugar del Estado de derecho".
HRM ha señalado que el presidente ceilandés "debe ordenar de inmediato a las fuerzas de seguridad que cesen todo uso ilegal de la fuerza contra los manifestantes, liberar a todas las personas detenidas arbitrariamente e investigar y enjuiciar debidamente a los responsables de los abusos".
Asimismo, la ONG ha pedido a los socios internacionales --tanto gobiernos extranjeros como agencias multilaterales-- que promuevan la defensa de los Derechos Humanos para que sea posible "abordar la crisis económica de Sri Lanka".
De hecho, HRW ha recordado al país asiático que "nunca se deben violar las protecciones contra la tortura, el uso excesivo de la fuerza y otros derechos fundamentales", a pesar de que el Derecho Internacional permita la suspensión de ciertos derechos en situaciones de emergencia.
"Los poderes de emergencia se pueden usar para detener a personas sin pasar por el proceso ordinario de los tribunales y se han usado repetidamente en el pasado para permitir violaciones de derechos humanos", ha denunciado la citada ONG.
"Las medidas urgentes que se necesitan para atender las necesidades económicas de los esrilanqueses exigen un Gobierno que respete los derechos fundamentales (...) Los socios internacionales de Sri Lanka deben enviar el mensaje alto y claro de que no pueden apoyar a una administración que pisotea los derechos de su pueblo", ha expresado Ganguly.
El desmantelamiento del campamento de protesta se produjo menos de 24 horas después de que Wickremesinghe tomase posesión del cargo, en una ceremonia celebrada un día después de su elección por parte del Parlamento.
Las fuerzas de seguridad habían advertido de que detendrían a los manifestantes en virtud de las leyes de emergencia si se enfrentaban a los agentes.
En una operación conjunta del Ejército, la Policía y la Fuerza Especial de Sri Lanka, se desmantelaron las tiendas de campaña levantadas frente a la Secretaría Presidencial.