MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
Los documentos estaban en un contenedor de basura de la casa de Scholz en Potsdam, a las afueras de Berlín, según la revista, que asegura que también había documentos de la reciente cumbre de líderes del G-7 celebrada en Baviera tales como informes sobre los dirigentes y de sus parejas.
Estos documentos habrían sido arrojados a la basura por la consejera de Educación del estado de Brandeburgo, Britta Ernst, según 'Der Spiegel', lo que supondría un incumplimiento de la normativa sobre tratamiento de documentación clasificada.
En concreto la ley estipula que los documentos confidenciales que no sean ya necesarios deben ser destruidos de tal forma que su contenido sea indescifrable.