SANTIAGO DE COMPOSTELA, 25 (EUROPA PRESS)
La referencia a los incendios ha abierto la Ofrenda que ha pronunciado, por tercer año consecutivo, el Rey Felipe VI, en esta ocasión, como ya hizo el año pasado, acompañado tanto de la Reina Letizia como de sus hijas, la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía.
Es tradición no escrita que la Ofrenda no la realice los Años Santos un 'delegado regio', si no el propio monarca. Tanto Felipe VI como su padre, el Rey Emérito, han cumplido siempre con esta tradición, pero el actual Rey ha participado en este acto en otras muchas ocasiones. Lo hizo ya en 2014, tras la abdicación de don Juan Carlos, y en 2019, lo que hace esta la tercera ocasión consecutiva en que rinde homenaje al Apóstol.
Los Reyes y sus hijas llegaron a la Praza do Obradoiro a las 12,00 horas y fueron recibidos por los centenares de personas que habían podido acceder al área acotada para el público con aplausos y gritos de 'Viva el Rey'.
Felipe VI fue el encargado del tradicional pase de revista a las tropas y, posteriormente, las autoridades presentes realizaron el saludo a la Familia Real. Entre las personalidades figuraban el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda; las vicepresidentas primera y segunda del Gobierno, Nadia Calviño y Yolanda Díaz; el titular del Parlamento de Galicia, Miguel Ángel Santalices; el alcalde de la capital gallega, Xosé Sánchez Bugallo; el Gobierno gallego en pleno y el presidente del PP y líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, además de otras autoridades civiles y militares.
Tras el acto civil del exterior, el Rey y su familia han entrado en la Catedral de Santiago por la puerta del Obradoiro, a través del Pórtico de la Gloria, tras una comitiva religiosa encabezada por el Arzobispo de Santiago, Julián Barrio.
UN AÑO SANTO BIANUAL "MUY DURO"
En su alocución ante el Apóstol, el Rey ha recordado los tiempos "muy duros" que han vivido y viven los españoles, con circunstancias que han marcado los dos ejercicios de este Año Santo: el pasado, con la pandemia, y el actual, con la Guerra de Ucrania y la difícil situación económica y social, sin abandonar del todo las preocupaciones sanitarias.
"La complejidad de la situación actual es evidente y supone nuevamente un reto colectivo de gran envergadura", ha dicho Felipe VI, que ha recordado que la dureza de estos años "no ha doblegado nuestra capacidad para seguir adelante". "Nunca nos ha faltado ambición ni coraje. Porque España tiene valores, los valores de un pueblo responsable, decidido, fuerte, solidario, que ha recorrido su camino con entereza", ha dicho.
En un discurso en castellano y en gallego, Felipe VI ha pedido ayuda al Apóstol Santiago para que España "dé los pasos correctos en esta etapa del camino no exenta de obstáculos". "En cada español hay un peregrino que, en compañía de sus compatriotas, pondrá -como de costumbre, como siempre-- toda su voluntad para superar las adversidades que se le presenten, para superar su propio y personal Pórtico de la Gloria", ha destacado.
El Rey ha arrancado su ofrenda recordando y mostrando su solidaridad con los afectados por la ola de incendios forestales que ha arrasado España, una cuestión que también ha recogido después el arzobispo en su réplica.
"Esta tierra, Galicia, sabe bien lo que es sufrir el azote de los incendios", ha dicho Felipe VI, que ha agradecido la labor de las personas que luchan contra los fuegos, así como de quienes le dan soporte, cuya "entrega es admirable". Para todos, ha pedido la protección del Apóstol.
Del mismo modo, ha reivindicado el espíritu europeo plasmado en el Camino de Santiago y ha instado a retomarlo, especialmente, cuando la guerra reaparece en el viejo continente, para cuyos afectados también ha tenido palabras de consuelo, haciendo su dolor "intensamente propio".
HUMO, SOLO EL DEL BOTAFUMEIRO
Por su parte, el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, ha pedido este 25 de julio la intercesión del Apóstol Santiago para todas las víctimas de violencia, así como para las familias de los fallecidos en el mar y los afectados por los incendios forestales, una lacra ante la que ha clamado pidiendo que "el único humo que vuele en las alturas sea el del Botafumeiro", con el que se ha cerrado la Homilía.
En concreto, Monseñor Barrio ha pedido la intercesión del Apóstol "para todos los pueblos de España, en especial para el pueblo gallego" y para "las personas víctimas de la violencia y de las guerras en Ucrania y otros países". "Que el deseo de paz en todos los países del mundo se haga realidad", ha dicho.
Asimismo, ha pedido por los fallecidos en los incendios forestales y por las personas que han perdido sus bienes por esta causa, confiando en que "el único humo que vuele las alturas sea el del Botafumeiro".
También ha orado ante el Apóstol por los fallecidos en el mar y por sus familias, como las de las 21 víctimas mortales de hundimiento del Villa de Pintanxo, y por los gobernantes, para que "el Señor les conceda fortaleza, generosidad y constancia en la búsqueda del bien común y de la renovación ética y moral de nuestra sociedad".
Al concluir la Eucaristía, los asistentes han vuelto a salir al exterior, donde han presenciado como tres paracaidistas de la Patrulla Acrobática del Ejército del Aire se lanzaban hasta la Praza do Obradoiro portando banderas de España y de Galicia. Luego, los Reyes han saludado a los participantes en la Ruta Quetzal, que se encontraban también en el lugar.
Para concluir los actos de este 25 de julio, los Reyes y sus hijas se han desplazado hasta el Pazo de Raxoi, para firmar en el Libro de Honor del Ayuntamiento de Santiago.