BOGOTÁ (AP) — El recién renovado Congreso de Colombia le dio un nuevo impulso al acuerdo regional de Escazú, que promueve la protección de los defensores del medio ambiente, un problema grave en el país andino, considerado el más peligroso del mundo para dicho liderazgo.
Con 73 votos favorables contra 23 negativos, el Senado aprobó en segundo debate el proyecto que propone la ratificación del tratado ambiental. Restan dos debates más en el Congreso y una revisión de la Corte Constitucional para su ratificación.
Colombia suscribió el acuerdo de Escazú en diciembre de 2019. Se trata de un tratado regional que promueve el acceso a la información, a la justicia en asuntos ambientales en América Latina y el Caribe, la participación ciudadana y la protección de defensores medioambientales.
El acuerdo fue adoptado en marzo de 2018 en Escazú, Costa Rica, y ha sido ratificado por países como Bolivia, Uruguay y México. Recientemente, el presidente chileno Gabriel Boric anunció su intención de adherirse.
Sin embargo, en Colombia su trámite en el Congreso ha tenido obstáculos, pese a que el proyecto fue propuesto por gobierno del saliente presidente Iván Duque desde el 2020. Los congesistas del partido Centro Democrático -que avalaron a Duque- han sido críticos.
“La soberanía de Colombia está en riesgo con Escazú porque cuando fusiona derechos humanos con derechos ambientales, activa la jurisdicción internacional”, aseguró la senadora María Fernanda Cabal.
El nuevo Congreso, instalado el 20 de julio, dio un giro a la suerte del tratado y lo aprobó en su primera reunión en pleno. A diferencia del anterior Congreso, tiene una inédita fuerza de izquierda y del progresismo, así como mayorías que reúnen partidos de centro y derecha conseguidas por el electo presidente Gustavo Petro, el primero de izquierda que gobernará en el país.