MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
"Tengo una posición clara, directa, me defino como un político antimigratorio y antiinmigrante. No es un problema racial, es un problema cultural. Queremos mantener nuestra civilización tal como es ahora. Y en este aspecto nos diferenciamos de Austria. Siempre protegeremos nuestras fronteras", ha destacado el mandatario desde Viena.
Orbán, quien se ha reunido con el canciller austriaco, Karl Nehammer, ha señalado que ambos han intercambiado puntos de vista sobre "cuestiones intelectuales" como, a su juicio, el tema del racismo, según ha recogido el portal 24.hu.
Estos comentarios siguen a los realizados por el primer ministro húngaro durante su visita a Transilvania, en Rumanía, donde dijo que los países en los que "la población europea se ha mezclado con población no europea" no pueden ser considerados naciones.
"Hay un mundo en el que se mezclan los pueblos europeos con los que llegan de fuera de Europa. Ahora ese es un mundo mestizo", añadió el mandatario húngaro, defendiendo que en los Cárpatos se está abierto a esa posibilidad pero descartando el mestizaje.
El primer ministro húngaro también se ha referido este jueves al hecho de que protegió al patriarca Kirill en la Unión Europea porque "es necesario evitar sancionar a los funcionarios de la Iglesia". Varias potencias occidentales y aliadas han añadido a Kirill en su listado de personas sancionadas en el marco de la guerra en Ucrania.