MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
"Grupos terroristas y armados siguen tramando secuestros y atentados en Malí. Pueden atacar con poca o ninguna advertencia, apuntando a clubes nocturnos, hoteles, restaurantes, lugares de culto, misiones diplomáticas internacionales y otros lugares frecuentados por occidentales", según la alerta de viaje publicada este sábado por el Departamento de Estado.
"La Embajada de EEUU", recuerda la misión, "continúa teniendo una capacidad limitada para brindar asistencia de emergencia a los ciudadanos estadounidenses en Malí".
Malí está dirigida por el coronel Assimi Goita, líder de la junta militar golpista, que encabezó en agosto de 2020 la asonada contra Ibrahim Boubacar Keita y lideró posteriormente un segundo golpe de Estado en mayo de 2021 contra las autoridades de transición de Malí --momento en el que derrocó al presidente y el primer ministro, Bah Ndaw y Moctar Ouane--, alzándose con el poder.
La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) (CEDEAO) impuso sanciones a Malí tras el aplazamiento de las elecciones previstas para febrero y propuso un plazo de entre 12 a 18 meses para que los golpistas malienses entreguen el poder a unas autoridades civiles a través de nuevas elecciones, si bien la junta anunció recientemente una prórroga de dos años del periodo de transición.
El secretario general adjunto de Operaciones de Paz de la ONU, el francés Jean-Pierre Lacroix, comenzó el pasado fin de semana una visita al país africano para tratar con la junta militar el profundo deterioro de relaciones experimentado en los últimos meses que ha acabado poniendo un interrogante sobre el desempeño de la misión de Naciones Unidas en el país, la MINUSMA, cuyo portavoz fue expulsado del país la pasada semana.
Lacroix estuvo en oficialmente en Malí hasta el jueves 28 para discutir la extensión de un año del mandato de la MINUSMA, una decisión recibida sin mucho entusiasmo por los militares malienses, que en los últimos meses han estrechado su colaboración con Rusia en medio del supuesto despliegue en el país de mercenarios del grupo ruso Wagner, algo que ha sido negado desde Bamako y Moscú, que hablan de cooperación militar regular.