MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
"Nosotros, los abajo firmantes, le escribimos sobre Abduljalil al Singace, un académico, activista y bloguero encarcelado en Bahrein cuya salud se está deteriorando rápidamente. Le instamos respetuosamente a garantizar la liberación inmediata e incondicional de Al Singace", han solicitado las organizaciones en un comunicado conjunto.
Asimismo, han solicitado que el activista reciba atención médica adecuada, esté protegido contra la tortura y otros malos tratos, así como que su trabajo académico se transfiera a su familia.
Entre los firmantes de la carta se encuentran Amnistía Internacional, Humand Right Watch (HRW), el Instituto de Bahrein para los Derechos y la Democracia (BIRD), el Centro Europeo para la Democracia y los Derechos Humanos (ECDHR) o el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ).
"Al Singace, de 60 años, ha estado en huelga de hambre durante mucho tiempo y tiene síndrome pospolio y muchas otras afecciones de salud. Se le niega la atención médica adecuada", ha dicho familia en declaraciones recogidas por HRW.
"Es indignante que las autoridades de Bahréin aparentemente nieguen a Al Singace la atención médica que necesita con urgencia", ha sostenido el responsable de Oriente Medio de la ONG, Michael Page.
"El Gobierno de Bahrein debe permitir de inmediato que reciba atención médica esencial y restaure la dignidad que merece", ha agregado.
A su regreso de Londres con su familia, Al Singace fue arrestado en el Aeropuerto Internacional de Bahréin el 13 de agosto de 2010.
Cuando estalló la primavera árabe en el país, las autoridades gubernamentales lo liberaron el 24 de febrero de 2011. Sin embargo, pronto fue arrestado nuevamente 21 días después, el 17 de marzo de 2011. Desde entonces, Al Singace ha permanecido en detención arbitraria.
En noviembre de 2011, la Comisión Independiente de Investigación de Bahrein documentó en un informe que la Policía sometió al activista a palizas nocturnas durante dos meses mientras lo recluían en régimen de aislamiento.
La comisión dijo que las autoridades atacaron su discapacidad confiscando sus muletas, haciéndolo "pararse sobre una pierna por períodos prolongados" y empujando su muleta "en sus genitales", según ha informado HRW.
