La temperatura del planeta sigue aumentando, provocando olas de calor que ponen en peligro a la población de las grandes ciudades.
Según datos de la Organización Meteorológica Mundial, los últimos seis años han sido los más cálidos registrados desde 1880, siendo 2016, 2019 y 2020 los tres primeros. El año 2020, por ejemplo, estuvo 1,2 °C por encima de las temperaturas de la era preindustrial.
Este aumento de la temperatura provocó peligrosas olas de calor que se registraron durante este verano en diferentes puntos del planeta, pero especialmente en Europa, donde provocaron incendios forestales, miles de muertos y desplazados.
Para evitar el impacto de las olas de calor en las ciudades, que suelen ser más calurosas que las zonas rurales circundantes, los científicos han comenzado a utilizar satélites y datos de población.
Daniel Johnson, profesor asociado de geografía en la Universidad de Indiana-Universidad de Purdue en Indianápolis, explicó que durante las olas de calor, las ciudades generan ‘microislas urbanas de calor’ donde las altas temperaturas se concentran más que en otras áreas.
Johnson utiliza satélites de observación de la Tierra y datos de población para mapear estos puntos críticos:
“Los satélites como los del programa Landsat se han vuelto cruciales para identificar los riesgos urbanos para que las ciudades puedan prepararse y responder al calor extremo, uno de los principales asesinos relacionados con el clima”, afirmó en un artículo reciente.
A medida que el aumento de las temperaturas globales aumenta la probabilidad de olas de calor peligrosas, las ciudades necesitan saber qué vecindarios corren mayor riesgo, y aquí es donde intervienen los satélites.
Estos dispositivos basados en el espacio utilizan sensores térmicos para detectar puntos calientes en las ciudades, y los investigadores analizan los datos de población para mapear estos puntos para que las autoridades puedan tomar medidas preventivas.
A medida que el aumento de las temperaturas globales aumenta la probabilidad de olas de calor peligrosas, las ciudades necesitan saber qué vecindarios corren mayor riesgo.
“Los satélites son fundamentales para mapear estos lugares”, concluyó Johnson.
“Al detectar estos lugares (puntos calientes de la ciudad) podemos alertar a las comunidades y ayudar a mitigar los efectos del calor extremo”.
— Daniel Jonson, profesor asociado de geografía en la Universidad de Indiana–Universidad de Purdue en Indianápolis.
En 76%
de los condados urbanos de EE. UU., las áreas más pobres eran significativamente más cálidas que las más ricas, según un estudio reciente.
El calor excesivo puede provocar
-Deshidración.
-Agotamiento por calor.
-Golpe de calor.
-Incluso la muerte con exposición prolongada.
-Los residentes en mayor riesgo a menudo carecen de los recursos financieros para adaptarse.
Entrevista
Daniel Jonson,
profesor asociado de geografía en la Universidad de Indiana–Universidad Purdue de Indianápolis
P: ¿Por qué es importante detectar puntos calientes en las ciudades?
– Hay varias razones por las que es importante detectar puntos calientes en las ciudades. En relación con la salud humana, es importante porque existe una distribución desigual de la cobertura del suelo y los tipos de uso del suelo que componen el efecto de isla de calor urbano superficial. Algunos vecindarios pueden tener 6 °C más de calor que otros y, a menudo, estos lugares experimentan condiciones de calor extremo en días que no se consideran parte de una ola de calor. Al detectar estos lugares, podemos alertar a las comunidades y ayudar a mitigar los efectos del calor extremo.
P: ¿Qué tan útiles son los satélites?
– Los satélites son fundamentales para mapear estos lugares. El sensor satelital primario que usaríamos para esto es de tipo térmico. Esto nos permite medir la temperatura superficial de las áreas. También podemos usar los datos térmicos para detectar áreas donde hay más vegetación porque es mucho más fría que las superficies sin vegetación.
P: Cuéntenos más sobre el programa Landsat.
– El programa Landsat lanzó su primer satélite el 23 de julio de 1972; 2022 marca su 50 aniversario. Hay un total de nueve satélites en la serie, que son útiles para una variedad de estudios de observación de la Tierra. Sin embargo, la fortaleza de este programa es que ha proporcionado una serie consistente de datos de 50 años para toda la Tierra y podemos comparar los cambios que han ocurrido durante ese tiempo.
P: ¿Ha podido detectar un aumento en los puntos calientes a medida que avanza el calentamiento global?
– En resumen, sí. No solo he podido detectar un aumento en la cantidad de puntos calientes, sino que los puntos calientes mismos se están volviendo más intensos con el tiempo. Recientemente completé un estudio que demuestra esto en las ciudades de los EE. UU. Las ciudades mismas se están calentando más y los “puntos calientes” o “islas de calor microurbanas” en algunos casos se están calentando más rápido que las ciudades.