ROMA, 19 (EUROPA PRESS)
"Tras conocer las falsas acusaciones vertidas contra mí por la denunciante (F.), niego firmemente haber realizado ningún gesto inapropiado sobre su persona y considero difamatoria la interpretación y difusión de estas acusaciones como agresiones sexuales", ha asegurado el purpurado.
Asimismo ha asegurado que colaborará con la justicia si abre una investigación civil. "Si se abre una investigación civil, participará activamente en ella para que se establezca la verdad y se reconozca mi inocencia", ha señalado en el comunicado.
Este jueves el Papa cerró la posibilidad de abrir de momento una investigación canónica contra el cardenal Ouellet, después de que fuera acusado de haber tocado inapropiadamente entre 2008 y 2010 --mientras era arzobispo de Quebec-- a una joven de 23 años que trabajaba en la diócesis.
Según las explicaciones de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el Papa consideró que "no hay elementos suficientes" para investigar al purpurado. "El Papa Francisco declara que no hay elementos suficientes para abrir una investigación canónica por agresión sexual del cardenal Ouellet", señaló en un comunicado el director de la Sala de Prensa vaticana, Matteo Bruni.
Bruni explicó las conclusiones a las que ha llegado el pontífice se basan en "la investigación preliminar encomendada" elaborada por el sacerdote Jacques Servais, un teólogo encargado de investigar el asunto, que ha estimado a su vez que "no hay elementos para iniciar un juicio contra el cardenal Ouellet por agresión sexual".
El director de la oficina de prensa del Vaticano citó a Servais y también señaló que la mujer denunciante no hizo ninguna "acusación que proporcionara material para tal investigación", "ni en su informe escrito y enviado al Santo Padre, ni en el testimonio vía Zoom" recogido por este sacerdote "en presencia de un miembro del comité diocesano".
Según los documentos de la acción judicial admitida por el Tribunal Superior de Quebec en mayo pasado, Ouellet fue denunciado de agresión sexual en una demanda colectiva hecha pública el pasado martes en Canadá y que involucra a más de 80 miembros de la diócesis de Quebec. Se trata de una 'class action' o denuncia conjunta contra la arquidiócesis de Quebec, en nombre de todas las "personas que han sido agredidas sexualmente por un miembro del clero diocesano" o "por un religioso, un miembro del personal pastoral laico, un empleado, un voluntario laico o religioso" bajo la responsabilidad de la archidiócesis de Quebec desde el 1 de enero de 1940.
El cardenal canadiense fue denunciado por una mujer identificada como "F." que lo acusó de haber protagonizado contra ella varios incidentes de tocamientos no deseados, como el deslizamiento de su mano por su espalda o el toque de sus nalgas en un evento público realizado en 2010 en la ciudad de Quebec, en el que participó también todo el personal de la diócesis.